Rafael Nadal volvió a dar cátedra de tenis en el Grand Slam de Roland Garros. El mallorquí se sacó en forma rápida de encima a David Ferrer, otro especialista en polvo de ladrillo, por 6-2, 6-2 y 6-1, y clasificó para la gran final. El partido tuvo que interrumpirse durante 55 minutos por culpa de la lluvia cuando el mallorquí tenía ventaja de 6-2 y 4-1 sobre el valenciano.
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Rafael Nadal volvió a dar cátedra de tenis en el Grand Slam de Roland Garros. El mallorquí se sacó en forma rápida de encima a David Ferrer, otro especialista en polvo de ladrillo, por 6-2, 6-2 y 6-1, y clasificó para la gran final. El partido tuvo que interrumpirse durante 55 minutos por culpa de la lluvia cuando el mallorquí tenía ventaja de 6-2 y 4-1 sobre el valenciano.
El español espera al ganador de la otra semifinal que la jugarán el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, y el suizo Roger Federer.
Sin piedad. Rafael Nadal no tiene amigos en la cancha, menos en Roland Garros, donde buscará el domingo una histórica séptima corona. De momento ya superó al sueco Bjorn Borg en número de finales. La séptima supone un récord más del mallorquí en el templo de la tierra batida. De hecho, Nadal se metió esta vez en la final sin perder un solo set en sus seis victorias de estas dos semanas.
Con este éxito sobre Ferrer, ahora Nadal está 16-4 en los enfrentamientos personales con su amigo y compañero del equipo español campeón de la Copa Davis. En arcilla, Rafa supera a David por 13-1, mientras que la caída la padeció en el primer choque, en Stuttgart en 2004. El plus es que en las 13 victorias en canchas lentas apenas cedió dos sets.
Con sus 51 éxitos en París, Nadal, que venía de superar las marcas de Borg y del italiano Nicola Pientrangeli, ahora igualó al estadounidense Andre Agassi y quedó a siete del hombre récord en este campeonato, el argentino Guillermo Vilas.
De esta manera, el zurdo de Mallorca sumó 45 sets ganados en esta temporada de arcilla, con los títulos incluidos de MonteCarlo, Barcelona y Roma, y sólo cayó en los octavos de Madrid, contra su connacional Fernando Verdasco.
Del encuentro en sí no se puede hablar mucho, ya que Rafa mostró toda su contundencia y quebró el saque de Ferrer cuando se lo propuso. El 6-2, 6-2 y 6-1 final muestra a las claras la superioridad de Nadal que sigue su camino a la séptima corona.