Pese a la sucesión de hechos delictivos violentos ocurridos en la provincia en las últimas semanas, el ministro de Gobierno Julio César Loutaif aseguró ayer que “Salta no es una provincia insegura”.
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Pese a la sucesión de hechos delictivos violentos ocurridos en la provincia en las últimas semanas, el ministro de Gobierno Julio César Loutaif aseguró ayer que “Salta no es una provincia insegura”.
En diálogo con la radio Cadena 3, el ministro se manifestó “sorprendido” por los casos ocurridos en la provincia y que repercutieron en la prensa de todo el país. “Estamos también sorprendidos y, de alguna forma, a uno lo pone es estado de sobresalto” expresó, e insistió: “Pero no siento a Salta como una provincia insegura”.
En línea con la explicación oficial de las distintas agresiones sufridas por turistas en el último años, Loutaif opinó que los casos que tuvieron gran repercusión en los medios de todo el país “pueden tratarse como hechos aislados”. Y a continuación defendió la política oficial en la materia: “El gobernador ha creado el Ministerio de Seguridad con el ánimo de fortalecer la lucha con el delito”, dijo el ministro político del Gobierno.
En esa línea, explicó que el Gobierno puso en marcha su plan de seguridad, aseguró que se viene trabajando para equipar a la policía y contó que se acaba de licitar la compra de mil cámaras de seguridad para ubicarlas en distintos lugares de la provincia, entre otras acciones .
Sensación de inseguridad
Las apreciaciones del ministro Loutaif contrastan con las encuestas de opinión que revelan que la inseguridad se ubica como la primera preocupación de los salteños, por delante de la inflación y el empleo.
Una encuesta realizada a fines del año pasado por El Tribuno reveló que casi la mitad de los salteños creen que es el primer tema a resolver por el Gobierno. A nivel nacional, el 83% de los encuestados sostienen que la lucha contra la inseguridad debe ser una prioridad oficial.
En Salta, esa “sensación” se potenció en las últimas semanas por una serie de hechos policiales que incluyen la virtual ejecución de dos hombres en la localidad de Salvador Mazza, aparentemente en manos del narcotráfico, y la aparición de dos chicas de 16 y 19 años ahorcadas de una única soga cerca del barrio San Carlos, en la capital. Si bien hay indicios de que podría haberse tratado de un doble suicidio, este hecho generó en la comunidad una profunda sensación de desprotección.
A ello se suman algunos datos objetivos, como la cantidad de crímenes sin esclarecer -que ya motivaron más de 50 marchas de familiares y amigos de las víctimas en reclamo de Justicia-, y el hecho de que Salta lidera a nivel nacional la tasa de femicidios por habitante.
La frutilla del postre la puso ayer un escalofriante video que muestra torturas policiales en la comisaría de General Güemes.
Sergio Leavy, Intendente de Tartagal
El intendente de Tartagal, Sergio Leavy, coincidió ayer con el ministro Loutaif en que “Salta es una provincia segura si la comparamos con el resto del país”. Leavy reflexionó que “hay zonas calientes, como la nuestra, donde históricamente hubo más delitos graves vinculados al narcotráfico o al contrabando, pero no se puede decir que haya aumentado la inseguridad”. También destacó que la puesta en marcha del 9-1-1 “significó un antes y un después en materia de seguridad. Ahora se trabaja mucho más en prevención”.
Marcelo Lara Gros Intendente de Orán
El intendente de Orán, Marcelo Lara Gros, relativizó ayer el problema de la inseguridad en la provincia y advirtió acerca del uso político del tema. En su opinión, en Orán “hay inseguridad como en cualquier lado del mundo”, aunque aclaró que se trata de “un tema dolorosísimo para toda la comunidad”. El jefe comunal advirtió, sin embargo, que “lamentablemente, en épocas turísticas lo utilizan con fines políticos”. Finalmente opinó que “la sociedad argentina tiene un tema pendiente con la inseguridad”.
Alfredo Llaya, Intendente de Embarcación
El intendente de Embarcación, Alfredo Llaya, expresó que “al problema de la inseguridad lo vemos, como en todos lados, con preocupación, con la diferencia de que la tarea de control resulta, tal vez, un poco más sencilla porque somos una ciudad relativamente chica. Lo que sí nos llama la atención es el avance de las venta de drogas al menudeo. Para combatir este flagelo trabajamos junto a la Policía, Gendarmería y la Justicia. En cuanto a los que nos compete, ponemos todo nuestro esfuerzo en la contención familiar”.