Los controles permanentes sobre el dólar siguen generando incertidumbre en el mercado. Ayer, y por segunda jornada consecutiva, el dólar paralelo operó en baja y cerró en un promedio de 6,55 pesos para la brecha vendedora, con lo cual en las últimas 48 horas llegó a perder casi 20 centavos.
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Los controles permanentes sobre el dólar siguen generando incertidumbre en el mercado. Ayer, y por segunda jornada consecutiva, el dólar paralelo operó en baja y cerró en un promedio de 6,55 pesos para la brecha vendedora, con lo cual en las últimas 48 horas llegó a perder casi 20 centavos.
El tipo de cambio oficial, por su parte, cerró sin cambios: $4,53 para la compra y $4,58 para la venta.
Cabe destacar que al comienzo de esta semana los operadores de la moneda en el mercado informal negociaron la moneda norteamericana a valores máximos y así alcanzó un nivel histórico de 6,90 pesos, un precio con el que muchos oportunistas salieron a hacer negocios, lo que derivó en la baja actual.
Las permanentes restricciones cambiarias impuestas por la administración “k” y el inicio de las vacaciones de invierno fueron los factores que más incidencia tuvieron en la escalada de la cotización del billete que se consigue en “cuevas” o a través de “arbolitos” en el microcentro.
De esta manera, la brecha entre el dólar paralelo y el oficial quedó ayer en el 41,2%. En tanto, para las operaciones de contado con liquidación, un vehículo para la fuga de capitales, el dólar bajó cinco centavos (0,72 %) a 6,90 pesos, un alza del 5,34% en julio y del 45,26% en 2012.
Este dólar financiero es el 51,2% más caro que el que se comercializa en el mercado mayorista formal.
Con respecto a la jornada de ayer, el Banco Central se alzó con 10 millones de dólares en su intervención en el mercado mayorista.
Una cuestión marginal
El Gobierno minimizó ayer la brecha entre la cotización del dólar formal y el paralelo, al considerar que “es una cuestión absolutamente marginal que no tiene ningún impacto directo en las variables macroeconómicas”.
“Es una actividad absolutamente ilícita que debe reducirse a eso, es un hecho que debe verse desde el punto de vista de cualquier delito”, afirmó el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, en declaraciones a una radio porteña.
Por otra parte, destacó el pago del Boden 2012 que el Gobierno tiene previsto concretar el 3 de agosto próximo y aseguró que se trata de la última cuota del corralito. “Lo vemos como un hito muy importante. Terminar con el corralito implica terminar con una etapa muy dura para el país”, afirmó Lorenzino. Al respecto, advirtió que “los períodos previos al pago de esa cuota tan importante y pesada para el Estado han sido coincidentes con los pronósticos más agoreros, que en este caso se potencian con el hecho de que el mundo no ayuda”.
“A los que hoy hablan, que fueron los que nos llevaron a eso, les queremos recordar que este no es el pago de un bono, un evento que queda en el mercado financiero y que rápidamente pasa de largo, sino que lo queremos poner rápidamente como un hito que nos permita recordar por qué estamos pagando para devolverle los ahorros a la gente que fue defraudada en 2002”, amplió.
La política está mal explicada
El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José de Mendiguren, volvió a criticar esta mañana la política oficial en torno al dólar, al señalar que por estar “mal comunicada” genera “desconcierto” entre la población.
De Mendiguren, además, reiteró que hay una “caída de la industria bastante heterogénea”, y confirmó una merma de 4,5% interanual en el sector.
“Sí, bajó la actividad, nuestro índice de este año contra el mismo mes del año anterior da (una baja de) 4,5 por ciento”, admitió el dirigente fabril en diálogo con Radio 10.
En ese contexto, reiteró las críticas a la política oficial en torno al dólar. “Ha habido un manejo interno no correcto, que ha generado una sensación de crisis en la gente, y la realidad no es esa”, sostuvo.
El tema de la moneda norteamericana “está muy mal explicado y se genera un clima que parecería que estamos en otra etapa de la Argentina, cuando no había dólares porque el sector externo estaba estrangulado y no los podía generar”, remarcó.
Tras afirmar, como la semana pasada, que “son exageradas las medidas que se están tomando”, planteó que “se genera desconcierto” entre la población. “El estilo de amigo-enemigo, de blanco-negro, lo único que hace es no permitir el debate de ideas”, puntualizó.