Sin un gran despliegue futbolístico, pero con escasas fisuras, Gimnasia y Tiro construyó una victoria fundamental que lo ubica virtualmente como clasificado al decagonal final que organiza la Liga Salteña de Fútbol, tras vencer por 2 a 0 a Sanidad en su estadio por la zona I, en el restante encuentro adelantado de la decimoquinta fecha liguista.
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Sin un gran despliegue futbolístico, pero con escasas fisuras, Gimnasia y Tiro construyó una victoria fundamental que lo ubica virtualmente como clasificado al decagonal final que organiza la Liga Salteña de Fútbol, tras vencer por 2 a 0 a Sanidad en su estadio por la zona I, en el restante encuentro adelantado de la decimoquinta fecha liguista.
La solvencia en la valla del catamarqueño Marcos Mamaní, el ascendente valor que se convertirá nada menos que en el tercer arquero del plantel superior en la próxima temporada, la ductilidad y el juego asociado de los volantes y el oportunismo a la hora de plasmar la leve supremacía en la red fueron los pilares de la victoria del albo, que ahora se posiciona una unidad por debajo del enfermero y a un paso de meterse en el lote de los diez mejores que competirán en la segunda fase.
Tomás Moretti, otro de los que alcanzará rodaje de la mano del Tano Riggio y se ilusiona con el Argentino A, puso en ventaja a albo a los 14' del partido con un tiro libre envenenado que se coló en la red gracias a la “ayuda” del guardavallas enfermero Pablo Ramos. En el complemento, casi en el epílogo de la historia, apareció un refresco para sellar el resultado: el ingresado Luciano Villafañe gestó una gran maniobra individual que decoró con una impecable definición al segundo palo de Ramos. Era el 2 a 0 definitivo.