Polémico al extremo. El ministro de Educación, Alberto Sileoni, afirmó ayer que la toma de colegios porteños por sus alumnos “es un triunfo de la democracia”, y defendió esa modalidad de protesta al considerar que se debe “celebrar” la participación política de la juventud.
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Polémico al extremo. El ministro de Educación, Alberto Sileoni, afirmó ayer que la toma de colegios porteños por sus alumnos “es un triunfo de la democracia”, y defendió esa modalidad de protesta al considerar que se debe “celebrar” la participación política de la juventud.
A diferencia de la mayoría de los funcionarios porteños, el titular de la cartera de Educación defendió las tomas realizadas por los estudiantes secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires y en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, antes del inicio de las vacaciones de invierno.
Rápidamente, el jefe de Gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, salió al cruce de las declaraciones del jefe de la cartera de Educación. “Me pareció demasiado”, puntualizó el dirigente del PRO.
El funcionario de la cartera porteña indicó que siempre está a favor de la participación de los jóvenes en la política, como así también en la libertad de expresión. Y rechazó que un grupo de chicos tome una escuela y deje a otros cientos sin clases por la concesión de un bar.
“Lo primero que me sale es celebrarlo. Es un triunfo de la democracia y un triunfo de la educación. La verdad que es una cocina de participación democrática, donde se aprende”, aseguró el funcionario nacional, en declaraciones al programa “Quilombo Radio”. La encendida defensa de las medidas de fuerza que hizo Sileoni también contrasta con la aprobación del año pasado de la ley antiterrorista que criminaliza la protesta y la polémica relación del Gobierno con el desarrollo del Proyecto X, por parte de Gendarmería, en el que hubo espionaje contra dirigentes estudiantiles.
Cabe recordar que de las protestas que se iniciaron en el tradicional Colegio Pellegrini y a las que luego se solidarizaron los estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires por la concesión del bar y la fotocopiadora con presupuesto estatal, Macarena Kunkel, hija del diputado oficialista Carlos Kunkel, fue una de las protagonistas.
Un dato alarmante
Mientras Sileoni realiza unas declaraciones que generaron una fuerte polémica en torno a las responsabilidades del ministro, según un informe de la Unesco Global Education Digest de 2010, solo un 43% de los alumnos del ciclo medio culmina sus estudios en el plazo establecido, mientras que solo el 50% obtiene el título.
La Argentina es uno de los países de la región con más baja tasa de graduación en el secundario. El país, con un 50% de alumnos secundarios que recibe su título, se ubica detrás de Perú y de Chile, con un 70% de alumnos que completan sus estudios secundarios; de Colombia (64%); de Bolivia, (57%), y se emparenta en las cifras con Paraguay (50%) y Ecuador (48%).
Los núcleos de fuerte inclusión educativa en las trayectorias escolares muestran que en la primaria la deserción nunca supera el 2 por ciento de los alumnos, mientras que en el último año del secundario la tasa de abandono trepa al 25,4%, y se ubica en el 18,6 por ciento en el Polimodal.