Efectivos de la comisaría de Las Lajitas, localidad anteña situada aproximadamente a 220 kilómetros al nordeste de la capital provincial, descubrieron un ilícito que cada vez tiene más recurrencia: el tráfico ilegal de personas.
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Efectivos de la comisaría de Las Lajitas, localidad anteña situada aproximadamente a 220 kilómetros al nordeste de la capital provincial, descubrieron un ilícito que cada vez tiene más recurrencia: el tráfico ilegal de personas.
En esta ocasión, sobre la ruta provincial 5, en inmediaciones de Las Lajitas, detuvieron a cuatro salteños que se desplazaban en dos automóviles, un Chevrolet Astra y un Toyota Corolla, ambos de reciente factura, en los que trasladaban a diez ciudadanos chinos ingresados ilegalmente al país, aparentemente por un paso clandestino cercano a la localidad oranense de Aguas Blancas, que limita con Bolivia y que está separada de ese país por el cauce del río Bermejo.
Los detenidos son los hermanos Dante (39) y Marcelino (42) Guerra, oriundos de Pichanal, dueños de los vehículos, y otros dos hermanos: David (20) y Cristian (22) Arias, domiciliados en el barrio Caballito, de Orán.
Los Guerra se desentendieron de la ilegalidad de la operación, arguyendo ser remiseros y haber sido contratados por los Arias para trasladar a los asiáticos hacia la ciudad de Santa Fe, donde les darían trabajo.
Ninguno de los extranjeros poseía documentación que acreditara su ingreso ilegal al país. Se trata de dos mujeres y ocho hombres, de entre 18 y 42 años de edad.