La Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), informó hoy que se ha producido una fuerte contracción en las ventas de gasoil, producto del ralentizamiento general de la producción de bienes y servicios. Luego de los trascendidos de suspensiones y despidos en varias fábricas, y la baja en las ventas de los 0km, ahora se registra un impacto similar en el sector de los estacioneros.
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La Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), informó hoy que se ha producido una fuerte contracción en las ventas de gasoil, producto del ralentizamiento general de la producción de bienes y servicios. Luego de los trascendidos de suspensiones y despidos en varias fábricas, y la baja en las ventas de los 0km, ahora se registra un impacto similar en el sector de los estacioneros.
La demanda de gasoil “bajó en promedio entre un 25 y 30%”, según confirmó el titular de la Cecha, Oscar Díaz, aunque destacó que estas cifras varían dependiendo de la región, de acuerdo a un estudio que se hizo a lo largo del país.
Díaz agregó que no es el mismo caso para lo que refiere a las ventas de nafta (utilizadas en vehículos particulares), ya que han permanecido en los mismos niveles frente al año pasado o han mostrado una “merma muy moderada”.
Sin embargo, la situación “no es menor”, porque el gasoil representa, en promedio, el 60 por ciento de las ventas totales, orientadas fundamentalmente a la actividad productiva.
Para las “bocas ruteras”, en cambio, la proporción puede alcanzar hasta un 90% por la demanda de los agropecuarios y firmas transportistas.
Pero no sólo el menor movimiento del transporte camionero profundizó esta tendencia. La falta de lluvias y las altas temperaturas a principios de año también impactaron en la venta de los combustibles.
Rosario Sica, presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (Fecra), coincidió con el diagnóstico de “enfriamiento” económico y sugirió que “se le sumó la sequía que afectó al campo a principios de año”.
Acerca de la situación general del sector, el presidente de Cecha resumió cómo ven la coyuntura: “Normalmente hacíamos un relevamiento entre las estaciones de servicio para saber si habían recibido el combustible que habían pedido, porque trabajábamos con cupos. Este año, en cambio, de lo que se habla es de cuánto han caído las ventas. Hoy sobra combustible de forma abundante”.
Pero, ¿pueden cerrar algunas estaciones de servicio por la caída de las ventas? Díaz no descarta la posibilidad de que algunas posiciones se vean en riesgo. “Algunas (estaciones de servicio) podrían tener que reducir su personal, porque, además, los costos salariales son altos y en julio, según el acuerdo salarial firmado, tenemos un nuevo aumento. En realidad, hubo aumentos en todos nuestros costos y eso, más la caída en las ventas, es un cóctel explosivo”, explicó.