La falta de iluminación, de pavimentación y la proliferación de microbasurales son problemas recurrentes en los barrios capitalinos. En Villa Lavalle, vecinos solicitan que se culmine la obra de alumbrado público en la autopista de circunvalación sudeste. Especifican que se trata del empalme de las avenidas Enrique Santos Discépolo e Hipólito Yrigoyen, en donde es imperiosa la colocación de luces porque hay una parada de colectivos y los transeúntes son víctimas de asaltos y arrebatos. “Son 250 metros que quedaron sin iluminar y por allí circulan muchos vehículos porque se ha transformado en una zona de descongestión para el tránsito”, explica Angel Lamas, referente de la Comisión de Vecinos Agrupados Barrio Lavalle-Portal Sudeste-Río Piedras.
También demandan la pavimentación de la calle Río Piedras, que tomó identidad de avenida forzada debido a que numerosos son los conductores que deciden acortar camino por esa arteria. Además, los vecinos deben soportar día tras día el rebote de las puertas de sus viviendas y la rotura de caños, a consecuencia del tránsito de camiones de gran porte.
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La falta de iluminación, de pavimentación y la proliferación de microbasurales son problemas recurrentes en los barrios capitalinos. En Villa Lavalle, vecinos solicitan que se culmine la obra de alumbrado público en la autopista de circunvalación sudeste. Especifican que se trata del empalme de las avenidas Enrique Santos Discépolo e Hipólito Yrigoyen, en donde es imperiosa la colocación de luces porque hay una parada de colectivos y los transeúntes son víctimas de asaltos y arrebatos. “Son 250 metros que quedaron sin iluminar y por allí circulan muchos vehículos porque se ha transformado en una zona de descongestión para el tránsito”, explica Angel Lamas, referente de la Comisión de Vecinos Agrupados Barrio Lavalle-Portal Sudeste-Río Piedras.
También demandan la pavimentación de la calle Río Piedras, que tomó identidad de avenida forzada debido a que numerosos son los conductores que deciden acortar camino por esa arteria. Además, los vecinos deben soportar día tras día el rebote de las puertas de sus viviendas y la rotura de caños, a consecuencia del tránsito de camiones de gran porte.
La Comisión presentó una nota a Obras Públicas de la Provincia para pedir que asfalten las tres últimas manzanas del barrio -la E, F y G-, y recibieron por respuesta que aún no les pueden dar la fecha exacta en que se completará esos trabajos.
Por último, reclaman a la Municipalidad que limpie los microbasurales que están en el cinturón de fondo del barrio. Aseguran que durante la noche habitantes de otros barrios se acercan a la zona y colman los contenedores con desechos de todo tipo, incluso caballos y perros muertos o material sanitario descartable usado. “El mismo viento desparrama todo eso. De ahí que la gente no sabe por qué se enferma”, expresó Lamas.
“El barrio tiene 25 años de vida y está un poco postergado. Queremos que las autoridades se ocupen y pedimos una audiencia con el intendente Isa, que no nos la ha otorgado aún”, concluyó Lamas.