La violencia en el fútbol parece no tener fin. Las ligas del interior se ven perjudicadas por constantes agresiones a los árbitros, entre hinchadas y entre jugadores. Ya hubo incidentes en Rosario de la Frontera, Metán, en el Valle de Lerma y en Anta.
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La violencia en el fútbol parece no tener fin. Las ligas del interior se ven perjudicadas por constantes agresiones a los árbitros, entre hinchadas y entre jugadores. Ya hubo incidentes en Rosario de la Frontera, Metán, en el Valle de Lerma y en Anta.
Esta vez volvió a suceder en Metán: en el partido entre Talleres y Galpón, el jugador Prado, de este último equipo, quien ya había sido sustituido, ingresó nuevamente al campo de juego y le pegó a un rival. En ese momento, cuando transcurrían 44 minutos del primer tiempo, se conformó una gresca y el árbitro suspendió el partido. Las razones de dicha medida se conocerán en la jornada de hoy. Hay que destacar que al Galpón estaba a una victoria y un empate de consagrarse campeón. Pero ahora, por sanción, podría sufrir quita de puntos; queda a disposición del tribunal de penas.