Después de una verdadera paliza que el nuevo campeón del mundo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de los medianos, Sergio “Maravilla” Martínez, le estaba dando a Julio César Chávez Jr., llegó la sorpresa de la noche para los casi 20 mil espectadores que colmaron el Thomas & Mack Center de Las Vegas. Maravilla se confió demasiado y el mexicano, de 26 años e hijo del gran César Chávez -múltiple campeón del mundo-, metió la mano que buscó toda la noche: un cross de izquierda. El golpe impactó en el rostro del argentino y lo dejó nocaut por unos segundos. Tras levantarse de la lona, Martínez pudo reponerse y ganar el combate en las tarjetas, instancia en la que muchos creían no ganaría. “Me tiró porque me tomó bien con una mano, pero me levanté y seguí peleando. Gané 11 rounds de los 12. Esperaba ganar este combate. Soy el nuevo campeón, qué más puedo pedir”, señaló. El rostro del mexicano quedó como ejemplo de la superioridad del argentino.
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Después de una verdadera paliza que el nuevo campeón del mundo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de los medianos, Sergio “Maravilla” Martínez, le estaba dando a Julio César Chávez Jr., llegó la sorpresa de la noche para los casi 20 mil espectadores que colmaron el Thomas & Mack Center de Las Vegas. Maravilla se confió demasiado y el mexicano, de 26 años e hijo del gran César Chávez -múltiple campeón del mundo-, metió la mano que buscó toda la noche: un cross de izquierda. El golpe impactó en el rostro del argentino y lo dejó nocaut por unos segundos. Tras levantarse de la lona, Martínez pudo reponerse y ganar el combate en las tarjetas, instancia en la que muchos creían no ganaría. “Me tiró porque me tomó bien con una mano, pero me levanté y seguí peleando. Gané 11 rounds de los 12. Esperaba ganar este combate. Soy el nuevo campeón, qué más puedo pedir”, señaló. El rostro del mexicano quedó como ejemplo de la superioridad del argentino.