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Estuvo inmovilizado dos días en una bañera

Miércoles, 19 de septiembre de 2012 20:54
Repunte. Médicos del Sanatorio Modelo, ubicado en Mitre y Leguizamón, aseguraron que el hombre se está recuperando.

Pese a tener 83 largos años, Carlos Navarro volvió a nacer ayer, al ser rescatado por una empleada doméstica luego de estar atrapado durante casi 48 horas en la bañera de su casa, situada en el microcentro de esta capital.

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Repunte. Médicos del Sanatorio Modelo, ubicado en Mitre y Leguizamón, aseguraron que el hombre se está recuperando.

Pese a tener 83 largos años, Carlos Navarro volvió a nacer ayer, al ser rescatado por una empleada doméstica luego de estar atrapado durante casi 48 horas en la bañera de su casa, situada en el microcentro de esta capital.

La increíble historia de Carlos tuvo comienzo el lunes pasado, por la tarde, cuando el calor en la capital salteña era insoportable. Navarro decidió entonces tomarse un baño, pero al estar bajo de la ducha, un movimiento brusco provocó una fuerte caída al suelo y se quebró la cadera.

Pese al intenso dolor que lo dejó en estado de inconsciencia durante varios minutos, el hombre gritó desesperadamente y pidió ayuda, pero estaba solo en su casa, situada en avenida Entre Ríos al 100, y ningún vecino lo escuchó.

Las horas fueron transcurriendo hasta que se hizo de noche y se vio obligado a dormir en ese estado y en ese lugar.

A la mañana esperó tener mejor suerte, pero sus tres hijos, todos mayores, no fueron a visitarlo y, pese a sentir a lo lejos el sonido del timbre del teléfono, siguió en soledad hasta la mañana siguiente, sin alimentarse y con un dolor cada vez más intenso.

Cuando sus fuerzas estaban completamente agotadas, una empleada doméstica, que se había ausentado durante el lunes y martes, ingresó a la vivienda y notó un silencio absoluto en la sala, aunque desde el interior del baño se escuchaba la caída del agua.

La mujer golpeó la puerta pero nadie respondió, y al ingresar vio a su patrón inconsciente, tirado en la bañera.

Pese al estado de shock que le produjo la situación, se comunicó con el Servicio de Emergencias 911 y, minutos después, los efectivos lograron trasladar al anciano a una clínica.

 Una persona con sentido del humor

 Pese al fuerte golpe que recibió y las consecuencias sufridas por haber pasado casi 48 horas “atrapado” en una bañera, Carlos Navarro (83) recibió a El Tribuno en su habitación del Sanatorio Modelo, situado en el microcentro capitalino.

“No me vas a querer sacar una fotografía, porque las chicas no me van a querer más”, aseguró, entre risas.

“Afortunadamente ya estoy mejor y me quiero ir porque no me gusta estar con médicos, pese a que dos de mis hijos lo son”, comentó.

Antes de dejarlo descansar, el hombre realizó un pedido a este matutino. “Cuando me vaya de la clínica, vayan a tomar unos mates conmigo. Les voy a contar bien la historia que me tocó vivir. Además, pueden regalarme diarios y yo voy venderlos en la calle”, dijo bromeando.

Los profesionales creen que Carlos será dado de alta en las próximas horas. Final feliz.

 

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