Después de un año de la puesta en marcha del merendero Merisol (Merienda Solidaria), el joven oranense Cristian Emmanuel Santa Cruz inauguró un segundo merendero y centro recreativo al que bautizó “Rincón de los Sueños”.
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Después de un año de la puesta en marcha del merendero Merisol (Merienda Solidaria), el joven oranense Cristian Emmanuel Santa Cruz inauguró un segundo merendero y centro recreativo al que bautizó “Rincón de los Sueños”.
Cristian tiene 18 años y hace poco más de un año puso en marcha Merisol, donde actualmente atiende a 150 niños de hasta 14 años de edad. El lugar está ubicado en el asentamiento Juventud Unida. Pero su generosidad llegó más lejos y se animó a abrir en su propia casa el nuevo centro recreativo y merendero para los chicos del barrio.
“Con la ayuda de mis padres y mi hermana preparamos la merienda para 70 niños, pero este lugar tendrá una capacidad para 300 chicos desde lactantes hasta 14 años”, aclaró Cristian a El Tribuno.
La situación económica familiar no es fácil, aunque eso no le impide al adolescente seguir adelante con su proyecto. “Mi papá es trabajador temporario, por lo que ahora que está sin trabajo quería que experimente la sensación de servir a los demás”.
El proyecto
El año pasado la Municipalidad de San Ramón de la Nueva Orán invitó a estudiantes a presentar proyectos que atiendan necesidades de la comunidad. Los que participaron trabajaron bajo el lema “Jóvenes líderes y solidarios”.
Cristian y otros 20 alumnos del último año del secundario de la Escuela de Comercio 5091 “Profesor Julio Cortés” presentaron el proyecto Merienda Solidaria MeriSol.
La iniciativa consiste en brindar apoyo alimenticio e intelectual a niños de 1 a 14 años de edad que se encuentran en un estado de riesgo considerable del asentamiento Juventud Unida, lugar elegido por los alumnos tras un relevamiento e investigación de los estados de los barrios y la necesidad de la comunidad oranense, principalmente los niños que son los más vulnerables.
La experiencia solidaria se hizo durante cuatro meses asistiendo a más de 150 niños del asentamiento.
“No fue fácil iniciar el proyecto, porque faltaba colaboración de la comunidad y del Estado. Por eso entre los alumnos lo sostuvimos ese tiempo”, explicó con satisfacción el joven Cristian.
Con las madres
Pero cuando terminó el año, los chicos egresaron y la mayoría no pudo continuar con el trabajo en el merendero.
Sin embargo, Cristian siguió al frente de la iniciativa trabajando arduamente, buscando los recursos diariamente en compañía de madres comprometidas como Lucía Cardozo Kalilec y Gladys Galarza, quienes no dejaron de tocar puertas para que, en cada merienda, a estos pequeños no les faltara una taza de mate, leche y pan.
Hoy, Cristian no deja de agradecer la oportunidad de llegar a la comunidad. “Creo que los jóvenes con un compromiso social y solidario podremos cambiar de cierta manera el mundo en el que vivimos”, dice convencido el joven que el próximo año se irá del país en una misión relacionada con su religión.
La atención a los chicos
El nuevo merendero funciona todos los días desde las 17 en el asentamiento Juan Taranto, quizás el más grande de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán y con muchísimas necesidades.
Rincón de Sueños no solo brinda la merienda, sino también talleres de arte, apoyo escolar y charla sobre distintos temas para padres, dictadas por profesionales.
“Gracias al compromiso social de la Fundación Tabacal Agroindustria pudimos hacer el piso y entregar mercaderías para ambos merenderos. Además, quiero destacar la presencia del supermercado Chango Mas que dona mercaderías, ropa y pañales”, contó Cristian.