Innumerables reclamos genera día a día el mal estado de la ruta nacional 9 en el tramo que une La Candelaria y Rosario de la Frontera, por la presencia de agua en las banquinas y en la cinta asfáltica cada vez que llueve. El agua de los cercos colindantes a la vía termina generando pozos de agua en la ruta.
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Innumerables reclamos genera día a día el mal estado de la ruta nacional 9 en el tramo que une La Candelaria y Rosario de la Frontera, por la presencia de agua en las banquinas y en la cinta asfáltica cada vez que llueve. El agua de los cercos colindantes a la vía termina generando pozos de agua en la ruta.
Las quejas se reavivaron luego de que se produjera un nuevo accidente de tránsito el miércoles a la noche, cuando un auto terminó volcado en la banquina a la altura del km 1400.
El vehículo, un Peugeot 206, dominio GQM 276 se desplazaba en dirección sur a norte, conducido por Jorge Casey (61), junto a su esposa, Lilian Vega (55), de Tucumán.
De acuerdo a testimonios recogidos por El Tribuno, el conductor del Peugeot se encontró con un cauce de agua que cruzaba a lo ancho la ruta y perdió el control de la unidad.
Los ocupantes fueron socorridos por el intendente de La Candelaria, Julio Romano, quien pasaba por la zona y dio aviso al hospital Melchora Figueroa de Cornejo, de la ciudad de Rosario de la Frontera.
El matrimonio, que fue trasladado al nosocomio rosarino, se encuentra fuera de peligro.
Cuando llueve el agua se estanca en la banquina y pasa a la cinta asfáltica, situación común no solo en el km 1400 sino en varios tramos más.
El riesgo que provoca la presencia del agua en la vía es un problema de larga data, que se agudiza en esta época del año donde las lluvias son frecuentes, al igual que los inconvenientes para los conductores.