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?Nunca pegué a un policía; todo fue una confusión?

Martes, 15 de enero de 2013 23:04

Aún lleva en su rostro algunos signos de lo que le dejó el incidente ocurrido el sábado 22 de diciembre, cuando tras un fuerte operativo policial, que incluyó una persecución por las calles del centro salteño, fue detenido por policías que lo golpearon. Desde la fuerza y con pedido de absoluta reserva, afirman que el joven, tras un llamado al 911 sobre un posible secuestro, se fugó y no acató la orden de detener el vehículo que conducía, que se resistió al arresto y que golpeó a varios efectivos, hasta que pudieron reducirlo. Extrañamente y pese a todo el operativo que incluyó a varios dependencias policiales, no hubo acta de ninguna especie. Tampoco él quiso hacer denuncia, a pesar de haber sufrido una fuerte golpiza, según lo revela una foto que circuló por las redes sociales y que disparó las notas de El Tribuno. Gerónimo Saravia es un joven de 28 años, rugbista, estudiante de Veterinaria de la Universidad Católica de Salta. Apenas se disparó el escándalo evitó declaraciones en los medios y sólo dio una nota televisiva. A medida que fueron creciendo las versiones sobre un vínculo familiar con el gobernador Urtubey y que habría golpeado a cinco policías, Saravia habló con El Tribuno y dio a conocer su versión de los hechos. “Quiero explicar lo que pasó por que se están diciendo cosas que no corresponden con lo que pasó esa noche” aseguró.

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Aún lleva en su rostro algunos signos de lo que le dejó el incidente ocurrido el sábado 22 de diciembre, cuando tras un fuerte operativo policial, que incluyó una persecución por las calles del centro salteño, fue detenido por policías que lo golpearon. Desde la fuerza y con pedido de absoluta reserva, afirman que el joven, tras un llamado al 911 sobre un posible secuestro, se fugó y no acató la orden de detener el vehículo que conducía, que se resistió al arresto y que golpeó a varios efectivos, hasta que pudieron reducirlo. Extrañamente y pese a todo el operativo que incluyó a varios dependencias policiales, no hubo acta de ninguna especie. Tampoco él quiso hacer denuncia, a pesar de haber sufrido una fuerte golpiza, según lo revela una foto que circuló por las redes sociales y que disparó las notas de El Tribuno. Gerónimo Saravia es un joven de 28 años, rugbista, estudiante de Veterinaria de la Universidad Católica de Salta. Apenas se disparó el escándalo evitó declaraciones en los medios y sólo dio una nota televisiva. A medida que fueron creciendo las versiones sobre un vínculo familiar con el gobernador Urtubey y que habría golpeado a cinco policías, Saravia habló con El Tribuno y dio a conocer su versión de los hechos. “Quiero explicar lo que pasó por que se están diciendo cosas que no corresponden con lo que pasó esa noche” aseguró.

 Todo comienza con un llamado al 911 por la sospecha de un secuestro en el auto que vos manejabas. ¿Qué podés reconstruir de esa madrugada?

Hice un asado de fin de año para un tío mío y con dos compañeros nos fuimos a una finca en La Isla. A eso de las 3.30 de la madrugada volvimos hacia Salta. Veníamos en el auto tranquilos. Yo jugaba al rugby al otro día y no estaba ebrio de ninguna manera. Despacio respetando los semáforos. Incluso frené en un semáforo de la ruta 26. Veníamos cantando en el auto, pero en ningún momento hicimos algo fuera de lugar.

 ¿En qué momento perciben que los están siguiendo?

Soy muy malo para los nombres de calles. Salimos de La Isla, tomamos el semáforo que da a la Tavella, pasamos por la plaza de barrio Ceferino. Agarro la Lerma, íbamos a Güemes y Güemes. Hasta ese momento no noté nada, que me siguieran ni nada de eso. En Lerma y Rioja me intercepta por primera vez una camioneta blanca Ranger, sin ninguna identificación. Me cruzan y todos se bajan apuntándome con rifles y gritando. No entendíamos nada y en ese momento traté de bajar la ventanilla. Estaban todos muy nerviosos.

 ¿El coche tenia vidrios polarizados? ¿Se podía observar desde afuera hacia adentro del vehículo?

 Era de noche no sabría decirte, pero ellos pasaron por delante mío y no tenían chalecos. Ví gente de bermudas. No tenían balizas, ni sirenas móviles. No alcance a ver ni un reflejo balizas. Se bajaron y apuntaron al auto. No era una actitud pacífica. Eran tres o cuatro, no te sé decir con exactitud. Siento un disparo en la goma y eso me alerta de que me están por robar. Allí me escapo la camioneta.

 ¿Tuviste tiempo de hacer una maniobra pese a que te estaban apuntado y que ya le habían metido un balazo al neumático?

 Si. No estaban cortando toda la calle. Me escapé medio agachado dentro del auto y agarré varias calles. El que venía como mi acompañante me decía que tenga cuidado, que no vaya a chocar.

 Pero venías con el neumático baleado...

 Cuando termina la persecución pude ver la goma desinflada. Yo escapaba y le preguntaba a mis amigos si nos perseguían y me decían que sí. Tomé por varias calles, no recuerdo bien, hasta que llegué a la avenida San Martín.

 Cuando te escapaste de la camioneta ¿había otro vehículo?

No. En la segunda escapada, cuando llego a la San Martín y Florida, me cruza un Polo blanco. No sé bien porqué calles agarré. Imaginate el estres que tenía. Terminé en San Martín y una de las peatonales. Del Polo blanco, sin balizas ni nada, se bajan más personas de civil. Nunca vi algo que los identificarse.

 ¿Porqué no paraste si ya estabas en pleno centro de la ciudad?

Desde un primer momento pense que me estaban tratando de robar, porque yo no venía rápido. Ni pasando semáforos en rojo, ni nada.

 ¿Nunca viste a un policía en todo ese trayecto?

 No. Cuando me cruza el Polo blanco, freno y se vuelven a bajar apuntándome. Ya no era la camioneta. En ese momento veo por el retrovisor el reflejo de una luz azul, la Policía... pensé. Allí hice marcha atrás para escapar.

 ¿Porqué si ya sabías que era la Policía?

 Cual fue mi pensamiento en ese momento: me quisieron robar la primer vez. La Policía los viene siguiendo y yo ahora quedé en el medio, entre el patrullero y los que me quisieron robar. Se sentían tiros y yo pensaba que quedé en el medio. Hago marcha atrás para salir y choco con una patrulla.

 ¿Allí te diste cuenta que ya había patrulleros?

 No sé qué choqué, pero había una luz azul. Choqué a algo, no se si a la camioneta, una moto, un 911. No sé. Hice dos metros para atrás y me volví a escapar. No sé cuantas cuadras hice por San Martín. Creo que llegué hasta Islas Malvinas veo que ya venían muchos vehículos detrás mío. 

¿Te frenaste o había patrullas impidiéndote el paso?

 Yo frené. Los chicos me decían que era la Policía la que nos seguía. Nadie nos cruzó. Veo luces azules y frené. Obviamente después me rodearon un montón de autos y me bajé. Nunca me resistí. Nunca me negué a bajarme del auto. Yo me baje solo. Sentí un tremendo alivio de ver a la Policía. Yo no venía haciendo nada malo. Si me meten preso, voy a salir porque no estaba haciendo nada malo. Me bajé del auto sin ninguna resistencia. Tenía mucho miedo. Parecía una película, pero eso era la vida real y me asusté mucho.

 ¿Vos abrís la puerta de tu vehículo?

Si y me bajé con las manos en alto, medio agachado del miedo que tenía. Allí rompen los dos vidrios del auto. No rompieron los vidrios de mi lado, sino los del lado derecho, tanto del acompañante como el trasero. La luneta no la tocaron. No se como son los procedimiento policiales pero si pensaban que me estaba escapando, todo se iba haciendo más grande. Me termino de bajar y allí comienza el caos.

 ¿Qué pasó?

 No sé cuantos patrulleros había; 20 patrulleros no se cuantos. Veía motos, un despliegue muy grande y yo muy asustado porque no sabia si era a mí al que buscaban. No entendía nada.

 ¿Cómo te detienen?

 Me agarran de atrás, me tiran al piso y me golpean con patadas.

 ¿Te defendiste de alguna manera?

 No. Yo les decía: No... pará hermano y ellos me decían: Acá no somos tus hermanos. Es lo único que logro acordarme en ese momento. Me reducen, no me esposan. Me ponen el precinto en las manos y se me empezaron a acalambrar. No puedo estimar el tiempo, pero después me cortaron el precinto. No eran esposas.

 ¿Pasó mucho tiempo?

Es difícil establecer el tiempo...

 Media hora...

 No, no. Cinco minutos. Después era un griterío.

 ¿Pudiste ver a tus compañeros cómo estaban?

 No porque me bajé del auto de mi lado y después me cuentan que a ellos lo sacaron por el lado derecho.

Yo bajé de mi lado. Estaba con la policía y me sentía a salvo.

 Pero ya estabas golpeado...

Sentía que tenía sangre. Me levantaron y me pusieron en la vereda y comenzaron a preguntarme quien era el conductor del auto. Me decían que me levante. No puedo les dije. Estaba con las manos hacia atrás. Me cortan el precinto y habían pasado 10 ó 15 minutos y empiezo a percibir que cambia totalmente el trato de los policías. Nos hablaban, ya no nos gritaban. Habrán notado que no éramos delincuentes.

¿Te pidieron alguna identificación o que des tu nombre?

No te sabría decir, pero yo tenía todos los documentos en el auto.

¿Qué pasó después?

Por qué no frenaste, me decían. Ya no había gritos y el trato era distinto. Cómo voy a frenar si no tenés identificación en el auto. Yo qué sé si eran policías? les dije. Vos tenés que frenar, insistían.

Buscaron a un testigo y a mis amigos los subieron a un 911 y los llevaron a la segunda. Yo me quedé a un costado del auto y después de revisar, un policía maneja hasta la segunda donde me encuentro con mis compañeros. Hasta es momento nadie nos decía que había pasado.

¿Por qué crees que empezó el buen trato de los policías después del operativo?

Pienso porque revisaron el auto y se dieron cuenta que no éramos delincuentes. Eso fue primordial.

Dijeron que en ese momento empezaste a chapear con que eras sobrino del gobernador....

Eso es totalmente mentira. No soy sobrino Urtubey, ni de ningún político y menos de Urtubey.

¿No tenés ningún vínculo con algún sector de poder en la provincia?

No para nada. Mi mamá es cordobesa. Se casó con mi papá en Córdoba. Se vienen grandes sin conocer Salta. Es mentira que somos parientes o amigos.

De todas maneras resulta extraño el cambio de actitud de la policía...

Si.. Yo creo que es porque no encontraron nada en el auto y no éramos ni sospechosos. Incluso yo no me había identificado antes con nada. El trato cambia mucho antes que nos pidan identificación.

La foto donde aparecés mal herido... ¿quienes y donde te la tomaron?

La verdad no sé. Mis compañeros de rugby en tono de broma me dijeron mirá como te dejaron. Sabían que yo estaba bien. Fueron varios amigos a la policía y después al San Bernardo donde me curaron las heridas. No se donde habrá trascendido esa foto.

¿Cómo llegás al San Bernardo?

Llamé a un compañero mío de rugby; un abogado y él me acompañó. Me llevaron de la segunda a que me revisen en la Central de Policía.

Allí me vió un médico; serían como las 7 de la mañana. Me hace un test, me toca la nariz, me hace caminar, me hace sacar la camisa, me observa el corte en la ceja y me envía al San Bernardo.

¿Allí llegás con consigna policial, acompañado por un policía?

Si fui con un policía. En el camino nos pusimos a charlar. Me decía que a él le hubiese gustado ser rugbista.

¿Sabés si en la segunda o en la Central dejaron anotado el estado en el que ingresaste?

En la Central me revisó el médico. Allí tienen que haber dejado asentado las heridas que yo tenía.

Luego de un operativo tan grande resulta extraño que no haya ningún acta policial. Incluso se habla de un pacto de silencio. Por eso vos tampoco pusiste ninguna denuncia...

Yo no se qué es lo que habrá disparado este operativo tan grande. El tema de actas escapa a mi persona. Yo no hago una denuncia porque todo se actúa de oficio. A los días de esto hago mi declaración en la fiscalía.

¿Vos fuiste a la fiscalía?

No. Ellos van a mi casa con un médico que me vuelve a revisar.

¿Porque no hiciste la denuncia?

La verdad... no me gusta estar expuesto de esta forma. (se quiebra) Doy gracias a Dios por estar bien. Sin dudas todo fue una gran confusión. La verdad con mi familia estamos pasando un mal momento somos una buena familia, gente de trabajo. Mis hermanos son trabajadores. Yo no quiero rédito alguno de todo esto, ni económico ni nada. No lo necesito. Con una denuncia me parecía seguir involucrado en esto cuando no es mi intención. Hice mi declaración a la fiscalía y mañana (por hoy) tengo que ampliarla ante la justicia y estoy a disposición cada vez que me necesiten. Yo no hice denuncia. A mí me tomaron declaración los fiscales.

¿Nadie te dijo que hagas una denuncia por la golpiza recibida?

Todo explotó en los medios. En la primera nota de El Tribuno decían que habían puesto panfletos en el club y eso no era verdad.

Pero la agresión existió y la foto apareció después con tu rostro totalmente golpeado...

En la primera nota de El Tribuno no aparece esa foto.

Si, pero en la continuidad de la información apareces herido y se confirma la agresión que en principio se pretendió ocultar. ¿Eso no te parece grave?

Todo tuvo una repercusión tremenda. Me llamaron desde Canal Trece y yo no quise hacer más que una nota a Canal 11, pero lo cierto es que no hay ninguna denuncia. O sea que yo no la quiero hacer.

Por que? Tenés miedo¿ Temés algunas represalia por parte de la fuerza?

La fuerza que actuó contra mi es la que me tiene que cuidar a mi y a vos. Hubo una equivocación y no quiero seguir exponiendo a mi familia. Todos los días me levanto pensando si habrá salido algo en el diario. Mi vida es una locura después del incidente. Hoy no puedo estudiar para rendir, porque tengo que declarar. Hay policías suspendidos que también declararon antes que yo.

¿Sabías que son 60 policías que pasaron a disponibilidad por este caso?

Desconozco los alcances del procedimiento. Lo que si te puedo decir es que a mí no me pegaron 60, sino no estaría a aquí sentado.

¿Ellos no resultaron heridos?

No, para nada.

La opinión pública sin embargo opina que los rugbistas son violentos y se pasan de rosca y eso es lo que posiblemente te haya pasado a vos y por eso terminaste así...

Para nada. Imaginate si yo voy a querer pelear o resistirme con 20 patrulleros a la vuelta. Tendría que ser un loco o un inconsciente para querer boxearlos. Dicen que estaba escabeado y bajé a cinco. Es imposible.

¿Tomás alcohol?

Tomo en la justa medida, pero juego desde que tengo 4 años y siempre fui fiel al rugby. Lo tomo como una pasión y siempre me cuidé mucho. Obvio, como todos me gusta festejar, llegar a un cuarto de final en un campeonato, aprobar una materia, pero nunca en exceso.

¿Haces algún mea culpa por lo que pudo ser una broma entre amigos y terminó mal?

Mea culpa no. Mis amigos y yo no cometimos delito de ninguna índole. Al contrario. Creiamos que nos estaban por robar. Encima con todas las noticias; hay gente uniformada en las rutas y te roban todo.

Pero vos no estabas en la ruta, estabas en la ciudad. Se dicen también que el primer filtro lo ponen en la ruta 26 a la altura de los hoteles alojamientos y que de allí te escapas...

No, eso nunca paso.

¿Nunca viste a alguien que iba por detrás de tu auto?

Venia frenando en todos los semáforos. Sobre la ruta podrían haberme alcanzado si fuese así. Nadie que secuestre a una persona para en los semáforos y viaja a 30 kilómetros por hora.

¿Qué reflexión te queda?

Doy gracias que estoy bien. Podría haber sido peor. Todo fue una confusión y la Justicia verá quien actuó mal. No tengo nada que esconder. No quiero que nadie se quede sin trabajo. Agradezco a El Tribuno por permitirme dar mi versión de los hechos, pero no quiero exponerme mas. Nunca estuve en ninguna falta. No le pegué a ningún policía y tampoco soy sobrino de Urtubey

 

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