Una vez más, el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, se mostró como un férreo opositor al Gobierno. Lanzó una afirmación polémica al negar que en 10 años de kirchnerismo se haya mejorado el mercado laboral. “La reactivación comenzó antes, cuando se cae la convertibilidad”, dijo. De esta manera le otorgó a Eduardo Duhalde el crédito de la reactivación de las clases trabajadoras después de la crisis de 2001.
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Una vez más, el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, se mostró como un férreo opositor al Gobierno. Lanzó una afirmación polémica al negar que en 10 años de kirchnerismo se haya mejorado el mercado laboral. “La reactivación comenzó antes, cuando se cae la convertibilidad”, dijo. De esta manera le otorgó a Eduardo Duhalde el crédito de la reactivación de las clases trabajadoras después de la crisis de 2001.
“Nos habían convertido en un país exclusivamente exportador, porque nos habían hecho creer que el peso valía igual que el dólar. Cuando se cae la convertibilidad, eso se termina. Ahí empezó la reactivación, y no estaba este Gobierno todavía. No fue por la política de este Gobierno que comenzaron a crearse empleos”, sostuvo.
El sindicalista dijo que después, con la llegada de Néstor Kirchner, se inició un proceso de crecimiento, “pero no hubo desarrollo”. Y le pidió a la presidenta Cristina Fernández que implemente políticas para crear empleos.
Con respecto a su apoyo al kirchnerismo durante buena parte de los últimos 10 años, Moyano se excusó en que era un momento en el que “toda la sociedad debía apoyar”, y justificó su alejamiento “a la falta de respuestas del Gobierno”.
“El apoyo no es eterno. Cuando la gestión anterior no empezó a dar respuesta, no podíamos seguir apoyando algo que no da respuesta a los trabajadores”, señaló.
El líder camionero auguró una “reorganización” del peronismo no kirchnerista, y dijo que quienes interpretan el pensamiento de Perón “no van a dejar que el kirchnerismo diluya al justicialismo”.
Además, no descartó que, en caso de ser llamado, concurra a una reunión con la Presidenta, aunque puso en duda que esa eventual convocatoria pudiera ocurrir.
“A partir de que ella toma a alguien como un enemigo, evidentemente ya lo considera así. Nosotros no somos enemigos, queremos que al país le vaya bien”, señaló.
Fuente: Infobae