Un total de 57 personas resultaron heridas ayer, dos de ellas de gravedad, tras el choque de un ferry contra un muelle del sur de la isla de Manhattan, en Nueva York, informaron las autoridades.
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Un total de 57 personas resultaron heridas ayer, dos de ellas de gravedad, tras el choque de un ferry contra un muelle del sur de la isla de Manhattan, en Nueva York, informaron las autoridades.
El accidente ocurrió a las 8.40 hora local (13.40 GMT) cuando el transbordador de alta velocidad Seastreak cargado de personas que acudían a trabajar llegó aparentemente con más velocidad de la debida y chocó contra el muelle número 11 del puerto de la isla de Manhattan.
Las imágenes de televisión mostraban a personal de los servicios de rescate evacuando heridos desde el buque en camillas cubiertas con mantas y depositándolos en el muelle a la espera de la llegada de las ambulancias, en las que fueron evacuados tras algunos minutos de espera.
El impacto causó un total de 57 heridos, dos de ellos de gravedad, otras nueve personas con lesiones de consideración, 17 más con pronóstico reservado y 29 con heridas leves.
Los dos heridos graves sufrieron lesiones en la cabeza. Uno de ellos salió despedido de una de las escaleras de la nave cuando se preparaba para desembarcar y tuvo que ser operado. Al parecer el buque, que navegaba aparentemente a entre 10 y 12 nudos de velocidad, golpeó primero un embarcadero y posteriormente un segundo.
El transbordador es un catamarán de 43 metros de eslora que presenta un boquete en su casco de estribor como consecuencia del accidente.
La nave realiza el servicio llamado “Wall Street” entre Highlands (Nueva Jersey) y el sur de Manhattan (un trayecto de 40 minutos) y, aunque tiene una capacidad máxima de 400 personas, llevaba a bordo 343 pasajeros y 5 tripulantes.
La práctica habitual en los transbordadores es que en la parte final del trayecto muchos ocupantes se pongan de pie y se acerquen a las puertas para desembarcar lo antes posible, por lo que la colisión lanzó despedidos a muchos pasajeros.
“Hubo un impacto tremendo y todo el mundo salió volando hacia adelante”, explicó una pasajera. Otros hablaron de escenas de caos y pánico, pero ninguno cayó al agua.
Mientras tanto, el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte envió ya un grupo de técnicos para investigar las causas del accidente.