Luego de dos meses y medio de arduas tareas, un grupo de arqueólogos y colaboradores culminaron la primera etapa de excavación del fuerte que se encuentra en el centro de la ciudad perdida de Esteco, cuyas ruinas están en Río Piedras, en el departamento de Metán.
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Luego de dos meses y medio de arduas tareas, un grupo de arqueólogos y colaboradores culminaron la primera etapa de excavación del fuerte que se encuentra en el centro de la ciudad perdida de Esteco, cuyas ruinas están en Río Piedras, en el departamento de Metán.
“Fue una campaña exitosa”, dijo a El Tribuno emocionado el investigador del Conicet, Alfredo Tomasini, quien encabeza la histórica iniciativa que comenzó en julio pasado.
La denominada oficialmente Nuestra Señora de Talavera de Madrid había sido construida en 1609 y fue destruida por un terremoto, ocurrido el 13 de septiembre de 1692, suceso que dio origen al culto del Señor y la Virgen del Milagro.
De las excavaciones participaron también las arqueólogas Damiana Curzio y Ana Paula Porterie y la metanense Alicia Palacio, quien tiene experiencia en la apasionante actividad.
Los trabajos permitieron determinar con certeza que el fuerte de San Carlos de la segunda Esteco, que fue construido en 1665, es uno de los mejores conservados de la zona que fue conocida como la Frontera de Salta.
“Las tareas se centraron en tres sitios: el muro noroeste del fuerte, el bastión ubicado en el extremo norte y a unos 300 metros en una pared de una vivienda con un derrumbe de tejas”, detalló el especialista.
Se trata de alrededor de 37 metros cuadrados, de los cuales 27 corresponden al fuerte y el resto a la pared de la casa, que tiene un derrumbe de tejas en lo que sería una galería.
Protección
Para proteger el hallazgo de los factores climáticos, principalmente de las tormentas, se techaron los sectores con estructuras de palo bobo y quebracho que fueron cubiertas con silo bolsa.
“Los adobes están impecables, por ejemplo, hay dos paredes de 3.10 metros que eran parte del torreón norte del fuerte. Eran cuatro los bastiones orientados hacia cada punto cardinal en los que se emplazaba la artillería que utilizaban en la época para defenderse de los ataques de los indios guerreros del Chaco, mocobíes, tobas y otros”, explicó Tomasini.
La legendaria urbe constituye uno de los grandes misterios del pasado colonial salteño. Estaba compuesta por 49 manzanas y fue fundada por el gobernador Alonso De Ribera.
Otros hallazgos
en las ruinas
Durante las excavaciones los arqueólogos informaron que también encontraron un botón de bronce que no se sabe si pertenecía a un uniforme militar o a la prenda de un civil; una punta de flecha de hiero arponada, fragmentos de metal y de loza española, entre las cuales prevalece la conocida como de Talavera y cerámica indígena.
“Esperamos retomar las excavaciones el año próximo cuando comience el frío, en mayo o junio”, adelantó el investigador del Conicet.
Destacó además el apoyo recibido por parte de las autoridades locales: los intendentes de Río Piedras, Gustavo Dantur, y de Metán, Fernando Romeri, y del propietario de la finca en la que se encuentra el sitio arqueológico, Miguel Albor.
En agosto de 2011 Alfredo Tomasini y Damiana Curzio realizaron el sorprendente hallazgo de un fuerte que se encontraba semienterrado en el centro de las ruinas.