Qué noche la noche de anoche, no che...! Mágica y contundente se puede definir la velada inaugural del Festival “Salta, Alma y Vida del Folclore” que se abrazó con el éxito en el autódromo Martín Miguel de Gemes.
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Qué noche la noche de anoche, no che...! Mágica y contundente se puede definir la velada inaugural del Festival “Salta, Alma y Vida del Folclore” que se abrazó con el éxito en el autódromo Martín Miguel de Gemes.
Cerca de 10 mil personas fueron testigos que en Salta se respira el canto popular. La cuenta pendiente está saldada, el pueblo aceptó y adoptó el festival y de ahora en adelante lo “cuidará y lo mimará”.
Los Nocheros recurrieron a sus grandes clásicos para cristalizar una excelente comunión con los presentes.
Rubén, Mario, Alvaro y Kike hicieron un repaso por aquellas canciones que los identificaron a lo largo y ancho del país y en el exterior.
El Chaqueño Palavecino inició su actuación con varios temas nuevos, que tuvieron una notable aceptación de la gente. Como era de esperar, el abanico de interpretaciones se sucedieron y el clima fue creciendo en calor en el autódromo salteño.
“La mesa servida” quedó para Los Tekis, con la concurrencia predispuesta a continuar la fiesta. Los jujeños dejaron en claro por qué son uno de los números más requeridos en los festivales del país.
Federico Maldonado fue la gran sorpresa de la noche, con una impecable labor arriba del escenario. Los suspiros del cuadro femenino nacieron de manera permanente. Además, mostró su faceta de compositor... algo para tener muy en cuenta.
Dos gargantas privilegiadas para el cordobés Nacho Prado y el salteño Daniel Campos, una propuesta que agrada dentro del circuito folclórico nacional. También trajeron a la memoria a Los Cantores del Alba, con algunos clásicos que aún mantienen vigencia.
El cierre arribó con el grupo jujeño Coroico. Por el escenario también desfilaron: La Mira, Silvia Barrios y Kamila Reynoso.
La velada se abrió con los ganadores del Pre Festival: la solista Iris Paz y el dúo Pedro y Ricardo, quienes recibieron una plaqueta recordatoria por parte del destacado compositor Roberto Ternán.