Cecilia Gómez es la candidata a diputada nacional del MST - Nueva Izquierda de Salta. Docente de profesión, transita la etapa final de la campaña de cara a las elecciones legislativas del domingo en las que no llevará candidato a senador ya que su compañero de fórmula, Rodolfo Zacarías, no logró superar el piso del 1,5% de los votos que se deben lograr en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. En diálogo con El Tribuno, la candidata cuestiona la normativa a la que considera restrictiva y una vuelta a la ley de lemas.
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Cecilia Gómez es la candidata a diputada nacional del MST - Nueva Izquierda de Salta. Docente de profesión, transita la etapa final de la campaña de cara a las elecciones legislativas del domingo en las que no llevará candidato a senador ya que su compañero de fórmula, Rodolfo Zacarías, no logró superar el piso del 1,5% de los votos que se deben lograr en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. En diálogo con El Tribuno, la candidata cuestiona la normativa a la que considera restrictiva y una vuelta a la ley de lemas.
¿Con qué propuestas están llegando a la gente?
Nuestro primer proyecto es que los políticos y funcionarios cobren lo mismo que un docente. Yo soy profesora de Nivel Inicial y de Ciencias Políticas y vivo de mi sueldo, como cualquier trabajador. Pero nos encontramos con funcionarios y políticos, como el ministro de Economía de la Provincia, Carlos Parodi, que tiene tres sueldos y vive con más de 30 mil pesos al mes pero, al momento de sentarse a discutir con los trabajadores estatales sobre cuál debe ser su sueldo, dice que es imposible darles un aumento del 30 por ciento. Mientras la función pública sea un beneficio para sus intereses personales y no un servicio para la gente vamos a seguir teniendo políticos que hagan carrera y que se presenten para ver si pueden hacer un negocio.
Nosotros queremos defender lo público y vemos a la política como un servicio. Creemos que hay que tener una defensa mucho más integral de lo público y por eso impulsamos también que los políticos y sus familias deben atenderse en los hospitales públicos, los cuales están vaciados y saturados. Es muy fácil para los gobernantes determinar que no va a haber aumento de presupuesto para la Salud Pública cuando ellos no utilizan ese servicio sino que lo usan los trabajadores y los sectores populares.
También queremos que manden a sus hijos a las escuelas públicas. Seguramente si (el gobernador Juan Manuel) Urtubey mandara a sus hijos a la escuela pública no habría pasado lo del Hogar Escuela, donde tuvimos que lamentar la muerte de un niño por una pared que se cayó por la falta de intervención del Estado.
¿Cuál es la diferencia que plantearías, en caso de llegar al Congreso, con relación a otros candidatos que hoy aparecen con más posibilidades?
El nuestro es un proyecto nuevo, que está surgiendo y reúne a numerosos sectores de los trabajadores. Queremos enarbolar un proyecto abarcativo y profundo. Levantamos tres banderas: la roja de los derechos sociales, la verde de los derechos ambientales y la violeta de los derechos de la mujer y de la diversidad sexual. Creemos que eso representa a la Nueva Izquierda. No queremos ser solamente una oposición que critica sino llevar propuestas.
Uno tiende a relacionarlos con el Partido Obrero. ¿Qué tienen en común y qué los diferencia con este sector?
Nosotros les reconocemos a los compañeros que han hecho una gran elección y tuvieron resultados muy importantes. Pero creemos que tienen esta costumbre de la vieja izquierda dogmática y cerrada, con los mismos candidatos y los mismos dirigentes. Nosotros no nos conformamos con tener más concejales o más diputados. Aunque los respetamos, creemos que no hubo una gran diferencia en los últimos 10 años donde han tenido diputados y concejales y eso es un déficit que tienen con la gente: saber cuáles son las conquistas que han logrado con su presencia parlamentaria.
¿Qué le pediría al elector que medite cuando piense en su candidato de cara a las elecciones del domingo?
Primero que si están cansados de los mismos partidos y los mismos políticos de siempre, que voten distinto. Si seguimos votando a los mismos no vamos a tener resultados diferentes.
Después, queremos que confíen en esto de que se puede votar a un trabajador. Cualquiera de nosotros va todos los días a hacer su trabajo como corresponde y esto tiene que ver con nuestra visión de tomar a la política como un servicio a la gente y no como un negocio personal, con un vivir del Estado. Les pido que piensen y que se jueguen por algo distinto porque se puede votar una alternativa, sobre todo si están de acuerdo con que los políticos deberían cobrar como un docente, atenderse en hospitales públicos y mandar a sus hijos a escuelas del Estado.