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Hay fuerte fuga de dólares por el turismo

Sabado, 05 de octubre de 2013 02:41

La fuga de capitales al exterior que viene haciendo Argentina en sus distintos ciclos económicos, la convirtió en el gran exportador de dólares extraídos de las reservas del Banco Central.

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La fuga de capitales al exterior que viene haciendo Argentina en sus distintos ciclos económicos, la convirtió en el gran exportador de dólares extraídos de las reservas del Banco Central.

Actualmente, una fuerte fuga de divisas se realiza día a día. Cada 24 horas los argentinos están utilizando un promedio de US$27 millones en concepto de turismo, considerando las estimaciones para todo 2013.

Esta situación se debe a que el precio del dólar conviene según la mini-ingeniería financiera que hacen los distintos viajeros con sus préstamos bancarios, uso de tarjetas de créditos o sus ahorros conformados con dólares “blue”.

La mayoría de los turistas pertenecen a la clase media, viajan a hacer varias compras con un dólar que al cambio oficial ($5,85) ni se acerca a los que se vende en las “cuevas” ($9,55). Así millones de argentinos sacan rédito del atraso cambiario y conocen otros lugares.

Lo primero que hacen cuando llegan es ir al cajero automático y extraer los dólares que aquí, por la restricción cambiaria ya desaparecieron. Algunos, con más poder adquisitivo, llevan muchas tarjetas de créditos y consumen en la moneda del país visitante y luego pagan el resumen en Argentina. Lo abonan en pesos con un recargo de 20%, interés compensatorio que le cobra la Nación por haber usado dólares en el exterior. Como el dólar es barato, lo pueden pagar. Un tema que se vendría, polémico -de antemano- es el recargo de la tasa del 20% a la tarjeta. La medida está en la carpeta de la Afip y apunta a parar la exportación de dólares de la Argentina a mercados internacionales de microconsumo. O sea: el Central busca recuperar los dólares que fue perdiendo.

Las reservas este año podrían perforar el piso de los US$ 30.000 millones, según pronósticos de las consultoras privadas.

Las tres alternativas

 

Pero la Afip, además del recargo a la tarjeta de los viajeros al exterior, planea otras estrategias que paren la fuga de divisas.

Entre las medidas “pensadas” y aún no decididas figuran otras dos: un cupo de gastos en dólares por cada tarjeta y un tipo de cambio más caro para los viajes.

Entre estas tres alternativas que se barajan (cupos, desdoblamiento o suba del recargo), los analistas advierten que algunas conllevarán más críticas que otras.

Los gastos en el exterior son una “pesadilla” para el Gobierno. Lo cierto es que tras los comicios no habrá caja para “bancar” la salida de divisas por sector turístico, energía y automotriz.

Cualquier medida que se tome para frenar el drenaje de divisas, es una devaluación del peso en forma implícita. Aún bajo el eufemismo de que contener el dólar en el bolsillo del turista es una protección para las reservas o un control impositivo mejor. Se encarece, en definitiva el precio del dólar y peso vale poco.

Resultados no deseados cuando sube el dólar

Cuando se sube el precio del dólar bajo distintas políticas devaluatorias, además del salario en pesos, se achican otros ingresos.

Para la enorme mayoría de los argentinos, la tarjeta de crédito es el instrumento más utilizado por los que viajan al exterior. Si se intenta limitar su uso, toda la presión se iría al paralelo, lo que generaría una mayor brecha entre el oficial y el “blue”, con afectación en la economía interna.

Otro impacto del dólar alto en la clase que tiene ingresos disponibles para viajar al exterior, es una restricción a consumir pasajes. Si estos están en dólares, por el nuevo tipo de cambio turístico, habrá un porcentaje importante de viajeros que tendrán que gastar más. Toda una herida narcisística en la cultura dolarizada del ahorro y consumo de la clase media.

Y, al parecer que ahora es el rubro turístico el talón de Aquiles de la política cambiaria oficial.

En la lista de rubros (además del energético y las importaciones suntuarias), el sector turístico pasará a sufrir nuevas restricciones que buscarán ponerle freno al rojo que hay en dólares. No es para menos: este año la ola de viajeros, clase media con poder de compra en dólares, en el extranjero, ha crecido. El Banco Central tiene que tener, hasta diciembre, la suma de US$ 7.700 millones para pagarle el “viaje” multimillonario de los argentinos.

Como los datos duros de las reservas en descenso empujan a tomar solución, el que quiere aportar una oportunidad es Axel Kicillof, el viceministro de Economía. Vió que el cuadro problemático creado por turismo con relación a las divisas amerita una medida: el desdoblamiento cambiario con dólar caro para el turismo.

 

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