Con muchos problemas y numerosas quejas, hizo su debut en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias el sistema de voto electrónico en el departamento San Martín.
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Con muchos problemas y numerosas quejas, hizo su debut en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias el sistema de voto electrónico en el departamento San Martín.
Largas colas y horas de espera de los votantes en las escuelas, sumado al alto grado de abstención, fueron las notas características de la jornada.
Contados los votos de todo el departamento, para la categoría diputados, los tres primeros lugares fueron ocupados por la lista oficialista, el Partido de la Victoria, quien obtuvo el 25,83 de los votos; le siguieron el PJ, con el 20,84, y el Partido Renovador con el 15,5 %. En tanto en Tartagal, para la misma categoría, el PV logró el 19,62; el PRS el 16,79 y Salta Somos Todos el 9,77.
De acuerdo a estos datos, el partido que responde el actual intendente Sergio Leavy se consolidó como la primera fuerza en el departamento; sin embargo, fue importante la elección del Partido Renovador, que encabeza a nivel provincial el actual candidato a senador nacional, Andrés Zottos, que esta vez salió solo a la contienda provincial y municipal.
En Tartagal
En Tartagal, como ocurrió en otras ciudades del norte provincial, la jornada se inició con atraso en la mayoría de las escuelas; en muchas porque no se habían completado las autoridades de mesas y en otras porque no funcionaban las máquinas. Desde que se habilitaron las mesas comenzaron a observarse largas colas, que fueron aumentando con el correr de las horas. Consultados algunos votantes que esperaban su turno, la mayoría coincidió en criticar el sistema de voto electrónico. “Hay gente que no sabe usar las máquinas, por eso se demora tanto para votar”, dijo un joven que hacía cola en la Escuela de Comercio Alejandro Aguado. Las mesas de este establecimiento fueron las que mayor demora tuvieron para habilitarse.
Largas colas y horas de espera en varias mesas
Las mesas de la Escuela Uriburu fueron las más criticadas por los votantes. Muchos se quejaron por la tardanza en habilitarse las mesas, y otros, por las largas colas que debieron soportar para emitir sus sufragios. Incluso hubo gente que se retiró de las escuelas, sin votar, mostrando su malestar por la situación que estaban viviendo. “Estoy aquí desde hace dos horas, no puedo seguir esperando más”, dijo una mujer, quien decidió abandonar el lugar y no emitir su voto.
También se registraron problemas en los votantes a la hora de manejar las máquinas, debiendo ser asesorados, incluso, por algunas autoridades de mesa.
En una escuela se dio el caso de una electora de unos 40 años que no sabía leer ni escribir por lo que la emisión de su voto superó los 45 minutos, lapso en el que la mayoría de los que aguardaban en la fila para votar optaron por retirarse. Si bien el sistema prevé este tipo de situaciones, la ansiedad pudo más y la mitad de los electores prefirieron no emitir su voto.
En las diferentes escuelas los electores pudieron practicar en los simuladores antes de emitir su voto, pero el malestar de los ciudadanos por las demoras fue evidente. “Como vamos, es muy difícil que todos podamos votar; esto se va a demorar mucho más que lo habitual”, consideró un anciano que aguardaba para emitir su sufragio.