Los fiscales Ricardo Toranzos y Eduardo Villalba efectuaron una presentación al Tribunal Oral Federal de Salta solicitando que deje sin efecto la suspensión de las audiencias hasta el 11 de febrero de 2014 en el juicio por la megacausa de la UNSa. Le medida fue dispuesta por enfermedad de la camarista Liliana Snopek. A juicio de los fiscales, “el tribunal efectuó una errónea interpretación de la normativa procesal pues adoptó esta decisión sin haber tomado vista del certificado médico, dado que la constancia de que la doctora Snopek había sufrido un pico de estrés fue recibida vía fax pasado el mediodía del martes 3, esto es, cuando ya se había suspendido el debate”. Es decir, sostienen, sin conocer a través de la opinión de un profesional la dolencia de la jueza y el tratamiento a seguir, con la especificación del tiempo de reposo. Toranzos y Villalba sostienen que “los magistrados optaron, mediante una decisión carente de razonabilidad, aplicar la hipótesis máxima que prevé la norma legal, la que establece hasta 30 días hábiles de suspensión”. También advierten que la patología de Snopek no puede traer aparejada una imposibilidad tan prolongado para continuar en el juicio. Además del pedido para que la jueza sea reemplazada por el camarista suplente, dejaron constancia de que copias de la presentación efectuada serían remitidas a la Cámara Federal de Casación Penal y al Consejo de la Magistratura.
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Los fiscales Ricardo Toranzos y Eduardo Villalba efectuaron una presentación al Tribunal Oral Federal de Salta solicitando que deje sin efecto la suspensión de las audiencias hasta el 11 de febrero de 2014 en el juicio por la megacausa de la UNSa. Le medida fue dispuesta por enfermedad de la camarista Liliana Snopek. A juicio de los fiscales, “el tribunal efectuó una errónea interpretación de la normativa procesal pues adoptó esta decisión sin haber tomado vista del certificado médico, dado que la constancia de que la doctora Snopek había sufrido un pico de estrés fue recibida vía fax pasado el mediodía del martes 3, esto es, cuando ya se había suspendido el debate”. Es decir, sostienen, sin conocer a través de la opinión de un profesional la dolencia de la jueza y el tratamiento a seguir, con la especificación del tiempo de reposo. Toranzos y Villalba sostienen que “los magistrados optaron, mediante una decisión carente de razonabilidad, aplicar la hipótesis máxima que prevé la norma legal, la que establece hasta 30 días hábiles de suspensión”. También advierten que la patología de Snopek no puede traer aparejada una imposibilidad tan prolongado para continuar en el juicio. Además del pedido para que la jueza sea reemplazada por el camarista suplente, dejaron constancia de que copias de la presentación efectuada serían remitidas a la Cámara Federal de Casación Penal y al Consejo de la Magistratura.