Una definición que busca aclarar los ataques opositores. Un día después de haber protagonizado un fuerte cortocircuito con la Corte Suprema de Justicia, el nuevo hombre fuerte del Gobierno, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, le bajó el precio a la disputa y anunció que irá a dialogar con los magistrados.
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Una definición que busca aclarar los ataques opositores. Un día después de haber protagonizado un fuerte cortocircuito con la Corte Suprema de Justicia, el nuevo hombre fuerte del Gobierno, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, le bajó el precio a la disputa y anunció que irá a dialogar con los magistrados.
Es que tras las permanentes denuncias de los distintos sectores sobre las presiones o injerencias de la administración kirchnerista sobre los miembros de la Corte, el jefe de ministros aclaró ayer que la convocatoria que le hicieron para tratar el martes cuestiones relacionadas con el Poder Judicial fue a través de una “invitación” y no una “acordada”.
“Lo que nosotros recibimos en el día de ayer (por el jueves) es una nota de invitación por parte del secretario de la Corte; es una cuestión bien distinta tener una invitación o nota formal de invitación, a una acordada (dictamen)”, advirtió Capitanich.
En su habitual contacto con periodistas en la Casa de Gobierno, el ministro indicó que ayer mismo se contactaría con el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, para coordinar el encuentro del próximo martes.
De todos modos, volvió a insistió en que “es necesario el vínculo con los distintos poderes del Estado, pero también el respeto a la independencia de cada poder, y la no injerencia” por lo que “tenemos que cuidar los mecanismos formales”.
Anteayer, el Centro de Información Judicial (CIJ), la página de informaciones del máximo tribunal, indicó que “en el acuerdo de todos los jueces la Corte Suprema de Justicia de la Nación convocó al jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Jorge Capitanich, para tratar cuestiones vinculadas al Poder Judicial de la Nación”. Claro que los términos “convocatoria” y “acuerdo de jueces”, cayó como un balde de agua fría al jefe de Gabinete.
“No tenemos ningún inconveniente en establecer un vínculo con la Corte Suprema aunque observamos de modo extraño una acordada para esta convocatoria”, afirmó.
“Como jefe de Gabinete por la Constitución puedo ser convocado por la Presidenta. Pero desde el punto de vista de una acordada de la Corte es una injerencia en otro poder del Estado”, sentenció.
Remedio a medicina privada
Por otra parte, Capitanich recibió ayer a asociaciones de medicina privada que reclaman por el atraso de precios del sector y que, a la espera del encuentro con el Gobierno, habían suspendido un paro de 48 horas previsto para esta semana.
En el marco de una serie de reuniones con distintas cámaras empresarias, Capitanich, acompañado por el ministro de Salud, Juan Manzur, se reunió en la Casa de Gobierno con directivos de esas entidades, aunque no se informaron los resultados.
Las clínicas y sanatorios privados habían anunciado una huelga para el miércoles y jueves de esta semana, pero dejaron en suspenso la medida de fuerza ante la convocatoria de la Jefatura de Gabinete.
Las compañías venían reclamando un aumento en sus tarifas del 16%.