Un día se dieron cuenta de que podían interpretar, esto es hacer lo que hacen los actores. Otro día se encontraron sacando desde sus entrañas llanto, risa, violencia, dolor, angustia, alegría... Todos los estados de ánimo que son parte del tránsito por la vida. Y, cuando menos lo pensaron estaban embarcados en la filmación de un largometraje.
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Un día se dieron cuenta de que podían interpretar, esto es hacer lo que hacen los actores. Otro día se encontraron sacando desde sus entrañas llanto, risa, violencia, dolor, angustia, alegría... Todos los estados de ánimo que son parte del tránsito por la vida. Y, cuando menos lo pensaron estaban embarcados en la filmación de un largometraje.
Son integrantes del grupo de teatro vocacional de la Universidad Católica de Salta dirigidos por Amalia Flores, más dos alumnos de la Universidad de la Tercera Edad (Unate), quienes consumen días y noches en esta propuesta denominada “Olvidados, una verdad no aceptada”, que refleja los padecimientos de incontables hombres y mujeres abandonados a su suerte por sus familiares.
Pedro Olivera dirige a estos noveles actores, protagonistas de esta pieza artística con la que Salta estará representada en el Tercer Festival de Cine Independiente Internacional, a realizarse en Cosquín entre el 23 y el 25 de mayo próximo, y para cuya inscripción ya fue mandado el trailer. Esta película de ficción se autofinancia y tiene el apoyo del Gobierno Municipal de la Ciudad, a través de la Secretaría de Acción Social (panadería social y transporte de la Cooperadora Asistencial).
Olvidados
Desde su adultez pero, mejor, desde su experiencia de vida, asumen los roles con significativo realismo y encarnan la palpable problemática social de los olvidados por sus familiares, a veces internados en instituciones, otras veces “depositados” en geriátricos.
En una charla con este diario, ellos, de la mano de la experiencia que el director Olivera tiene en realizaciones de corte social, hicieron especial hincapié en la responsabilidad de las familias en este problema, más que en las eventuales deficiencias institucionales.
El grupo funciona armónicamente en lo artístico, pero se mueve como si se conocieran desde siempre en la faz personal. Porque comparten dolores, celebran nacimientos, objetan mandatos nuevos, revuelven en la memoria, además de asimilar el beneficio espirituoso del arte compartido. Y, según señalaron con vehemencia, “tenemos a los chicos (los visitantes de los abuelos olvidados en la ficción) que suman un plus de emoción, porque ellos son el reactivo, la fuerza extra que tantas veces necesitamos en la vida”.
“Lo mejor que me podía pasar a los 70”, “el cine nos une”, “me llega mucho esto que contamos de los viejitos olvidados” o “aquí somos como amigos”, “estoy en las nubes cuando actúo”, “tenemos que hacer valer nuestros derechos a no ser encerrados”, son algunas de las expresiones lanzadas en la entrevista con este medio. Y aprovecharon la ocasión para despuntar el vicio de la poesía y el canto, aquellos que traen consigo esos ribetes artísticos. Los que no, celebran y disfrutan.
Todo el equipo trabaja contrarreloj porque el 1 de marzo el filme deberá estar terminado. Actúan las horas que son necesarias para cumplir con los plazos, pero más que nada con la responsabilidad asumida con el proyecto, sino que algunos siguen actuando cuando duermen. Sueñan con la película. Viven por la película.
LOS NOMBRES
Director: Pedro Olivera * Productoras: Graciela Balmaceda y Lilian Chaneton * Cámara central: Federico Chuchuy * Técnicos: Tamara Saiquita, Gonzalo Vicente, Eugenio Flores. * Actores: Mónica Alanís, Zulma Mabel Marra, Luz Clara Reguera Trelles, Blanca Distéfano, Milagro Tolaba, Lucía Gladys Bonilla, Elena Caro, María Josefina Alancay, Leticia Russo, Matilde Hurtado, Petrona Soruco, Pablo Salinas, María Elena Flores de Cabrera, Mario Vilte, Felipa Carrillo, Carlos Alderete, Moisés Valencia, Carlos Clavijo, Gimena Pereyra Russo, Ismael Molas Acoria, María Esther Alonso, Gabriela Sofía Zárate, Belén Abán