Con esta victoria el antoniano ya ocupa el quinto lugar en la tabla de posiciones y se mantiene entre los que clasifican al endecagonal
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Con esta victoria el antoniano ya ocupa el quinto lugar en la tabla de posiciones y se mantiene entre los que clasifican al endecagonal
Por más que el fútbol aparezca a cuenta gotas, a Juventud Antoniana en esta instancia del torneo lo que más le conviene e importa es ganar. Por tal motivo el triunfo que consiguió el santo ante Alumni de Villa María, por 1 a 0, con anotación de Maximiliano Herrera, sirvió para continuar con una racha de tres victorias en forma consecutiva.
No obstante hay que tener en cuenta, como valor agregado, el hecho de que en la sumatoria de otros tres puntos, el equipo antoniano sigue en alza, porque subió un posición en la tabla y empezó formar parte de ese grupo de equipos que, por ahora, acceden al endecagonal final.
Claro que cada desafío para Juventud en esta parte del campeonato es una exigencia doble. Por lo tanto, el compromiso de turno marca un termómetro y la medida exacta en cuanto al juego en conjunto que puede llegar a mostrar. Y frente a los villamarienses se jugaba otra parada complicada. Por lo que la concentración y la entrega fueron dos aspectos en los cuales se tenía que sustentar la misión para superar a un duro adversario
La visita, de antemano, parecía dispuesta a hacerse fuerte y desbaratar todo intento que planificó Iván Delfino en la semana de trabajo para conseguir ventaja.
El santo, desde los camarines, apareció con un as en la manga. Sacó mejor tajada en una pelota detenida, porque en la zona de la media luna del arco contrario Maximiliano Herrera, con un sablazo de izquierda, depositó la pelota lejos del alcance del arquero Exequiel Basabe. Pero vale traer a la memoria la jugada previa al gol, en la que participaron Beto Claudio Acosta, que envió el pase a Enrique Triverio, quien cedió a Herrera, que se sacó la marca de encima y decretó el único tanto del encuentro.
Ese fue el tanto que descomprimió a Juventud de tanta presión. Y la mayor obligación pasaba a tener injerencia de lado de los cordobeses, que buscaron la forma de inquietar a Angel Pedroso. Pero no fueron efectivos en el momento de profundizar los avances y solo Víctor Rena, de media distancia, exigió al arquero antoniano.
Con Alumni adelantado, el once local desperdició algunas contras, como aquella de Nico Aguirre, quien quedó solo ante una perfecta habilitación del Beto Acosta y dejó que Basabe se quedara con el balón.
Se notó también que a Aguirre le está costando afirmarse por el carril izquierdo, pero es interesante la movilidad que imprime en ese sector del campo juego.
La expulsión de Germán Noce, por doble amarilla, condicionó en demasía al dueño de casa. Entonces, Delfino se vio en la necesidad de sacrificar un volante ofensivo como el Beto Acosta y mandar a la cancha a Sebastián Quinteros. Otra vez con la línea de cuatro y con un hombre menos entre el mediocampo y el ataque, Juventud armó otro sistema. En forma prolija con el nuevo dispositivo defensivo le fue cerrando los caminos a los hombres de Alumni. Solo un vuelo espectacular de Pedroso para mandar el disparo al córner llegó cerca del final.
De todas modos, los méritos que hizo Juventud para volver a cantar victoria fue lo que más se rescató del partido de ayer en el Martearena. Pero este buen momento necesita afianzarse, más aún en la recta final de esta etapa del torneo en la que cada triunfo requiere de un condimento extra para quedar más cerca de la clasificación.
EL PUNTAJE
Angel Pedroso (6): Mascambroni lo fusiló y respondió para la foto, con enormes reflejos. En general, fue un mero espectador.
Germán Noce (4): Su vehemencia le valió la expulsión que condicionó al equipo. Debe moldear su temperamento.
Gabriel Zuvinikar (6): Como en el verano, el Polaco volvió a demostrar que fue un acierto su lle gada.
Elián Parrino (5): Su tarea fue equilibrada ante un equipo que incidió poco y nada en ataque.
Maxi Herrera (7): Dentro de un partido anodino, su furibundo remate que infló la red fue lo mejor de la noche. Le valió ser figura.
Gustavo Ortiz (6): Luchó más de la cuenta con el recio mediocampo del fortín, cuidándole la espalda a Domínguez.
Oscar Domínguez (6): Alternó entre virtudes y flaquezas. Estuvo a la altura de un partido bravo.
Nicolás Aguirre (5): Gravitó poco por las bandas y desperdició el gol que hubiese ampliado la ventaja solo frente al arco.
Claudio Acosta (5): El Betito mostró actitud, pero no fue la usina de fútbol que se necesitaba.
Enrique Triverio (6): Inquietó por momentos, y en otro se diluyó. Ciclotímico e intermitente.
Hugo Prieto (6): Fue lo más picante al principio. Tiró lujos y encendió al equipo. Luego se apagó.