Día de conclusiones y rebeldía. La CGT kirchnerista de Antonio Caló advirtió ayer que no permitirá un techo a las negociaciones paritarias y reclamará al Gobierno nacional nuevas modificaciones al impuesto a las ganancias y una política de Estado para frenar la inflación. “La canasta básica aumenta todos los días”, dijo textualmente el metalúrgico.
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Día de conclusiones y rebeldía. La CGT kirchnerista de Antonio Caló advirtió ayer que no permitirá un techo a las negociaciones paritarias y reclamará al Gobierno nacional nuevas modificaciones al impuesto a las ganancias y una política de Estado para frenar la inflación. “La canasta básica aumenta todos los días”, dijo textualmente el metalúrgico.
Luego de concluir una reunión de la mesa chica de la central sindical, el sector oficial también dejó abierta la posibilidad de un acercamiento con la CGT de Hugo Moyano, al no descartar la medida. Tras una entrevista con El Tribuno, el líder de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, había advertido que “el Gobierno nos está obligando a que nos juntemos todos”. Tras esa nota, vinieron flores de una CGT hacia la otra.
El vocero de la CGT oficial, Héctor Daer, adelantó que mañana se realizará una reunión del consejo directivo en la sede de la UOM del barrio de Lugano y que allí se convocará al plenario que se desarrollará unos 20 días después.
Cabe destacar que el vocero de la central sindical aseguró que “ante la falta de respuesta del Gobierno a esos planteos, en los que también figura el financiamiento de las obras sociales”, se convocó a una reunión del consejo directivo para mañana.
El objetivo será llamar a “un plenario de secretarios generales dentro de 20 o 25 días” para debatir los próximos pasos a seguir de la CGT, aunque evitaron por ahora hablar de eventuales medidas de fuerza.
Antes que se inicie la reunión, el propio Caló había advertido que “la canasta básica aumenta todos los días” y reclamó al Gobierno “sentarse con empresarios y trabajadores” para “tratar de una vez por todas, una política de Estado para hallar una solución a la inflación”.
“Los salarios van por la escalera y los precios por el ascensor, de una vez por todas tenemos que tratar de buscar quiénes son los formadores de precios y sentarnos, y hacer una política de Estado porque esto de correr detrás de la inflación no le conviene ni a los empresarios, ni a los trabajadores, ni al Gobierno”, dijo Caló en las puertas del gremio.
Así, el dirigente metalúrgico no descartó un posible acercamiento con la CGT opositora que conduce Hugo Moyano, aunque reconoció que no está ni a favor ni en contra que se junten y dejó esa decisión para la mesa chica y el consejo directivo, que se reunirá mañana.