El próximo 25 de febrero cientos de estudiantes primarios deberían volver a clases. El objetivo principal es ir -gradualmente- incrementando los días de clase y el objetivo final es elevar el índice académico de los chicos. Entre medio, la realidad de todos los días, las necesidades básicas que hace falta cubrir están poniendo las piedras en el camino para lograr estos objetivos. Es que la realidad salarial de los docentes -compartida por muchos padres- es un punto que debe tomarse muy en serio a la hora de proyectar el programa educativo. Ayer la titular de CTERA, Stella Maldonado, confirmó -lo que ya se sabía sin que nadie lo dijera- que el sábado 23 analizarán en un congreso las medidas a seguir. Maldonado expresó que la oferta de un aumento del 22% en tres tramos fue “un grave error del Gobierno”.
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El próximo 25 de febrero cientos de estudiantes primarios deberían volver a clases. El objetivo principal es ir -gradualmente- incrementando los días de clase y el objetivo final es elevar el índice académico de los chicos. Entre medio, la realidad de todos los días, las necesidades básicas que hace falta cubrir están poniendo las piedras en el camino para lograr estos objetivos. Es que la realidad salarial de los docentes -compartida por muchos padres- es un punto que debe tomarse muy en serio a la hora de proyectar el programa educativo. Ayer la titular de CTERA, Stella Maldonado, confirmó -lo que ya se sabía sin que nadie lo dijera- que el sábado 23 analizarán en un congreso las medidas a seguir. Maldonado expresó que la oferta de un aumento del 22% en tres tramos fue “un grave error del Gobierno”.
Los docentes de Jujuy, Misiones y Santa Cruz adelantaron que, por su parte, exigirán incrementos de entre el “25 y 50 por ciento” en sus provincias, mientras que esta semana retomarán las paritarias distintos distritos como Santa Fe, Catamarca y La Rioja.
La titular de CTERA puso en duda el normal inicio de clases, previsto para el 25 de febrero, aunque señaló que será resuelto durante el congreso del 23. “La última propuesta ha sido rechazada y en caso de que no haya ningún tipo de modificación se analizarán distintos tipos de medidas”, advirtió Maldonado. En este sentido, sostuvo que “hay que tener en cuenta que las clases no empiezan en todas las provincias el 25, en las escuelas secundarias empiezan una semana después porque todavía están con exámenes”.
“En función de todas estas variables es que se analizará qué tipo de medidas, sus características y las fechas”, explicó.
La sindicalista aseguró a una radio porteña que el salario de los docentes “está retrasado”. En Santa Cruz, los maestros pedirán al gobierno de Daniel Peralta un incremento del “50 por ciento” en el salario básico, que actualmente es de 1.632 pesos y exigirán a las autoridades locales que convoquen a paritarias antes del inicio de clases. De lo contrario, advirtieron, llevarán a cabo un paro. En Misiones las postura docentes está dividida a la hora de reclamar entre 25 y 30% de aumento salarial.
Idesa cuestionó la negociación salarial
El centro de estudios de políticas para el desarrollo social Idesa advirtió ayer que si bien el salario docente superó en el país “el PBI per cápita, la situación es financieramente no sustentable porque “los docentes son empleados de las provincias y Nación se apropia de tres cuartos de la recaudación”.
Asimismo, indicó que “la centralización a nivel nacional de la negociación salarial, además, aleja la posibilidad de establecer un esquema de remuneración más justo y eficiente”.
Y consideró como un “grave desvío que las autoridades admitan que se remunere con igual salario al docente que trabaja y se esfuerza y al que ni siquiera da clases”.
Idesa indicó en su informe de ayer que en los países desarrollados el salario docente tiende a ser similar al PBI per cápita, lo que consideró un nivel razonable de remuneración en función de las posibilidades de cada país.
“En el país la conflictividad se potencia por el esquema de doble negociación salarial dado que, en una primera etapa, el Estado nacional y los sindicatos fijan un piso remuneratorio para todas las provincias y en una segunda instancia los sindicatos exigen a cada provincia un incremento adicional”, explicó.
“La intervención de la Nación resulta contradictoria con el hecho de que los maestros y profesores son empleados de las provincias y son ellas las que tienen que afrontar los aumentos de la masa salarial docente”, advirtió.