En diálogo exclusivo con El Tribuno, el analista internacional Jorge Castro brindó su punto de vista sobre el acuerdo de Irán por la AMIA y el nuevo cruce por Malvinas.
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En diálogo exclusivo con El Tribuno, el analista internacional Jorge Castro brindó su punto de vista sobre el acuerdo de Irán por la AMIA y el nuevo cruce por Malvinas.
¿Cómo se explica el acuerdo de Argentina con Irán por la AMIA?
El dato fundamental respecto al acuerdo con el Gobierno iraní es que responde a una iniciativa de Teherán, no a la Argentina.
¿Se trata de un acuerdo unilateral?
Esto significa que es muy probable que este acuerdo con el Gobierno argentino de parte del Gobierno iraní sea un adelanto de lo que viene sobre un futuro convenio de control y regulación del programa nuclear iraní con la comunidad internacional representada por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania. Esto se trata ante todo de una medida unilateral.
Mientras, Irán continúa avanzando con su programa nuclear...
En los últimos dos meses un dato estratégico fundamental es el hecho de que el Gobierno iraní ha extraído el 25 por ciento del uranio enriquecido que tenía para la fabricación del arma nuclear y la ha colocado bajo la supervisión de la inteligencia satelital internacional (ante todo norteamericana).
Todo esto se ubica dentro de un determinado contexto político iraní. Este año hay elecciones presidenciales en Irán. Y el presidente Ahmadineyah que ya ha cumplido dos mandatos no puede presentarse a elecciones. Entonces termina inexorablemente en julio su mandato. La totalidad de los candidatos que se presentan públicamente sostienen la necesidad de un acuerdo con la comunidad internacional sobre el programa nuclear. La cuestión crucial del programa nuclear que es la principal cuestión de seguridad internacional que existe en el mundo de hoy, es que conviene colocar esta iniciativa tomada por el Gobierno de Irán respecto a la cuestión del conflicto con Argentina.
Ahora, esta decisión lo posiciona a Argentina, ¿no puede impactar negativamente el cruce diplomático con Israel?
Mire, esta decisión prácticamente no nos afecta. La Argentina es un país profundamente aislado internacionalmente. La situación con Israel y tendencialmente con Estados Unidos no implica ninguna modificación de la situación actual de aislamiento de Argentina respecto al contexto internacional.
¿Esto tiene que ver con una política de relaciones que ya se viene arrastrando de hace muchos año o es un fenómeno reciente?
Tiene que ver esencialmente con el hecho de que Argentina desde el mes de octubre del año pasado tiene un control de cambio y un control de las importaciones para prohibir o limitar el acceso al mercado interno de las exportaciones del resto del mundo. Por eso tuvo un conflicto y ha sido sancionada por los Estados Unidos y también por los países de la Unión Europea. También tiene conflicto con Brasil sobre este punto.
¿Cómo interpretó el rechazo nacional al Gobierno británico de incluir a los isleños en el diálogo por Malvinas?
El hecho de enorme importancia política es el referéndum en marzo, cuando pondrán en discusión el estatus político de la islas Malvinas. Esto significa que el reclamo de soberanía de Argentina tiene un carácter exclusivamente territorial. La Argentina no acepta la existencia como tercer actor político del conflicto de la población de las islas Malvinas. Entonces Argentina pone en debate que solo es un conflicto territorial y de carácter bilateral con el Gobierno de Londres y el Gobierno de Buenos Aires.
Por último, ¿cómo puede repercutir en la comunidad internacional la sanción del FMI a Argentina por el Indec?
Esto deja entrever el enorme descrédito que tiene Argentina en el sistema internacional. Lo que ha ocurrido ahora es que por primera vez en la historia del FMI, la organización considera que uno de los países miembros utiliza información estadística que está falseada y carente de realidad y relevancia. Para Argentina implica un verdadero descrédito.