El exministro de Economía Roberto Lavagna aseguró ayer que el Indec empezó en 2007 a falsear los índices de inflación, manifestó que le “interesa bastante poco” lo que diga el FMI porque ha hecho “burradas en el mundo” y recordó que a los países que “bajaron la cabeza” ante el organismo “no les fue bien”.
inicia sesión o regístrate.
El exministro de Economía Roberto Lavagna aseguró ayer que el Indec empezó en 2007 a falsear los índices de inflación, manifestó que le “interesa bastante poco” lo que diga el FMI porque ha hecho “burradas en el mundo” y recordó que a los países que “bajaron la cabeza” ante el organismo “no les fue bien”.
Lavagna afirmó que el Indec “empezó a falsear en 2007 las estadísticas de precios, después con el nivel de producción; frente a eso hubo algún discurso de la Presidenta en el que dijo que "si todo es trucho, entruchemos' y es muy grande ese mensaje”.
“Hoy no tiene datos serios”, aseveró en alusión al organismo estadístico, y en ese marco, planteó que “el Gobierno desde su encierro nos inventa otro país, nos hace un relato”.
La mirada del FMI
En relación con la declaración de censura del FMI contra la Argentina por la calidad de sus estadísticas oficiales en materia de precios y crecimiento, comentó: “Lo que diga el Fondo me interesa bastante poco”.
“Nosotros tuvimos enfrentamientos muy duros pero se los ganamos técnicamente, no con prepotencia ni mintiéndole, demostrándole que las cosas se podían hacer de manera distinta y salir bien”, remarcó.
Además, subrayó en diálogo con radio Brisas que: el FMI “ha hecho tantas burradas en el mundo, Argentina, le respondió y otros bajaron la cabeza y no les fue bien”.
En cuanto a la situación económica actual, advirtió que le preocupa la falta de credibilidad. “La desconfianza me preocupa internamente porque si hay poca inversión en Argentina no es problema de los empresarios sino de todo porque hay entre 900 y un millón de jóvenes en el país que no estudian ni trabajan”,
En ese contexto, alertó que se “genera poco empleo y pocas perspectivas de crecimiento”.
Trece provincias con aumentos
Al menos trece de las 23 provincias autorizaron aumentos en el precio del boleto de colectivos en los últimos meses, en distritos donde las empresas de transporte cuentan con subsidios nacionales, en una escala que tiene como valores máximos los 4 pesos que pagan en Santa Cruz, Río Grande y Córdoba y el mínimo de 1,50, en San Luis.
La suba generalizada del costo del pasaje no distingue banderías políticas, densidad de habitantes, ni extensión del recorrido dado que en doce distritos, entre ellos la Ciudad y provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Santa Fe, Chaco, La Rioja, Neuquén, Río Negro, Jujuy y Misiones, los precios superan los 3 pesos.
El área metropolitana de Buenos Aires, que comprende Capital Federal y el primer cordón del conurbano, tuvo tres aumentos de precios desde febrero de 2012 a hoy, pero con los subsidios que el Gobierno nacional aplica a los usuarios de la tarjeta SUBE, coordinada por el Banco Nación y la Presidencia, el costo mínimo del pasaje se ubica en $1,60.
Las opiniones
| El ex vicepresidente de la Nación cuestionó al Gobierno nacional porque "se enarbola la bandera de la defensa de los que menos tienen, pero faltan políticas para revertir lo que más ataca al ya de por sí débil poder adquisitivo de miles de argentinos: la inflación. Argentina requiere un golpe de timón, lo que implica: sincerar las estadísticas". Julio Cobos, exvicepresidente | |
| El economista embistió contra el Gobierno asegurar que “le conviene la inflación” actual y que la usa “para engañar a la gente” y sostener así subsidios y corrupción. “A este Gobierno le conviene la inflación porque es la forma de engañar a la gente cobrándole cada vez más impuestos”, aseveró. Alfonso Prat Gay, economista | |
| “La realidad inocultable de la inflación ha vuelto a cobrar importancia en la vida cotidiana, golpea a todos y lo hace con mayor dureza entre los más pobres. Ante ello, la CGT ratificó que su responsabilidad es luchar para garantizar que los salarios no sigan siendo erosionados”. Hugo Moyano, gremialista |