Los alquileres por las nubes nuevamente. Y la noticia no sorprende aunque tampoco era de esperar que algunos propietarios llegarían a aumentar un 30% el valor de los alquileres, cuando los números que se manejaban indicaban que los valores se moverían del 20% y 25%. Pero la alta demanda en la provincia lo permite, y así será mientras la oferta se encuentre muy por debajo.
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Los alquileres por las nubes nuevamente. Y la noticia no sorprende aunque tampoco era de esperar que algunos propietarios llegarían a aumentar un 30% el valor de los alquileres, cuando los números que se manejaban indicaban que los valores se moverían del 20% y 25%. Pero la alta demanda en la provincia lo permite, y así será mientras la oferta se encuentre muy por debajo.
“El combo inflación y desconfianza en este modelo, con cada vez mas grietas, genera un impacto en el mercado inmobiliario que repercute sobre los valores de los alquileres”, explicó a El Tribuno, Felipe Biella, director de la inmobiliaria Biella y Asociados.
Es la inflación la que hace que el valor de los bienes suba constantemente, y esto es lo que vuelve a los alquileres una opción más que válida para los propietarios si se considera que es más rentable que un plazo fijo, opción que resulta hoy negativa, dado que “el ladrillo es una moneda constante cuyo valor no decae”, consideró Biella.
Los incrementos parecen no tener techo. “Hay casas en la zona norte que deben alquilarse a $800 pero se alquilan a $3.000. Esto refleja claramente la poca disponibilidad de viviendas para alquilar y la inflación que hay detrás de los precios”, apuntó Biella. Otro ejemplo: en el barrio Grand Bourg, una casa cuyo alquilar estaba en $3.000 el año pasado, hoy se ubica en los $4.500. “Incluso una pieza, se llega a rentar por $1.000 mensuales”, expresó.
Déficit habitacional
Salta se caracteriza por un fuerte déficit habitacional que se constituye como uno problemas más importantes que enfrenta el Gobierno provincial. Ante la falta de políticas habitacionales la demanda se mantiene alta e incluso incrementó durante los años y la solución aún no aparece. La cantidad de familias inscriptas en el Instituto Provincial de la Vivienda es un claro espejo de la situación: 24.120 familias esperan una casa.
“El Gobierno construye cada vez menos, y ahora con el parate de la construcción serán los privados los que se autolimitarán”, manifestó Felipe Biella, quien además cree que la política habitacional del Gobierno está errada. Los más afectados resultan las familias de clase media y baja, ya que la mayoría no son propietarios y tienen que enfrentar los precios de los alquileres, algo cada vez más difícil.