Guillermo Francella visitó a un joven que con 17 años se recupera de una lesión cerebral y ríe al ver los programas del actor. “Cuando llegué estaba Casados con Hijos en la habitación. mirándonos nos conectamos”, contó conmovido el actor.
Enzo Romano intentó quitarse la vida el 17 de febrero de 2012, a los 16 años. A causa de la bala que quedó alojada en su cabeza sufre un daño cerebral y se recupera gracias a la risa. Laura Fisicaro, su psicóloga, explicó que el cambio comenzó algunos meses atrás, a través del humor. “Fue importantísimo. Hasta entonces le costaba comunicarse, lo hacía a través de los ojos. Es fundamental el tema de la risa. El tener buen humor permite soportar mejor el dolor”, explicó la profesional.
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Guillermo Francella visitó a un joven que con 17 años se recupera de una lesión cerebral y ríe al ver los programas del actor. “Cuando llegué estaba Casados con Hijos en la habitación. mirándonos nos conectamos”, contó conmovido el actor.
Enzo Romano intentó quitarse la vida el 17 de febrero de 2012, a los 16 años. A causa de la bala que quedó alojada en su cabeza sufre un daño cerebral y se recupera gracias a la risa. Laura Fisicaro, su psicóloga, explicó que el cambio comenzó algunos meses atrás, a través del humor. “Fue importantísimo. Hasta entonces le costaba comunicarse, lo hacía a través de los ojos. Es fundamental el tema de la risa. El tener buen humor permite soportar mejor el dolor”, explicó la profesional.
La recuperación
Hasta diciembre último, las únicas reacciones que Enzo había mostrado eran abrir y cerrar de ojos o un apriete de manos, mirando los programas de Francella el joven comenzó primero a sonreír y luego a reír con ganas. Desde entonces es el estímulo de recuperación de Romano.
La semana pasada, Francella fue, junto a su hija, hasta el Instituto Médico de Alta Complejidad, en el barrio porteño de Once. Lo recibió el padre de Enzo y le agradeció por “el milagro”.
Cuando sus padres le decían a Enzo: “¡Mirá quién te vino a ver!”, el joven revoloteaba su mirada, expresando nerviosismo. Francella captó su atención y cómplice le marcó: “¡El revuelo que armamos! No te vine a ver antes porque estoy grabando una película, Corazón de León”, y le mostró una imagen de su celular.
El actor miró a Enzo y le dijo: “Tenía muchas ganas de conocerte, de mirarte a la cara, desearte con el corazón que te recuperes. Tenés que creer en vos, acordate. Vas a ver. Creer en los médicos, en tus papás, en tu hermana. Estoy convencido, con esperanza uno cambia”. Al salir del cuarto, Francella habló sobre lo vivido: “Al principio lo noté nervioso, pero después mirándonos nos conectamos. Fue muy lindo, muy fuerte”.
“Sé lo que provoca la risa en la gente, que atenúa cualquier mal momento, hasta en la guerra se usa para distender a los soldados, pero nunca me habían dicho de algo así, de un caso tan extremo”, dijo el actor.
Sin embargo, el gran intérprete cómico ubicó la historia de Enzo en un lugar especial. “Me quedé perplejo cuando me lo contaron. Haber aportado este granito de arena, me hace sentir pleno, como actor y como persona”, dijo.