Tras varios días de tensión en Venezuela, el presidente electo Nicolás Maduro se preparaba ayer para su toma de posesión que se realizará hoy ante varios jefes de Estado extranjeros, a pesar del recurso interpuesto por la oposición, que pide el conteo del 100 por ciento de los votos. Maduro convocó ayer a una “gran movilización” popular por las calles de Caracas para su juramentación como nuevo mandatario que concluirá con un desfile militar.
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Tras varios días de tensión en Venezuela, el presidente electo Nicolás Maduro se preparaba ayer para su toma de posesión que se realizará hoy ante varios jefes de Estado extranjeros, a pesar del recurso interpuesto por la oposición, que pide el conteo del 100 por ciento de los votos. Maduro convocó ayer a una “gran movilización” popular por las calles de Caracas para su juramentación como nuevo mandatario que concluirá con un desfile militar.
Varios cazas Sukhoi y helicópteros militares sobrevolaban el cielo de Caracas ayer al mediodía en un aparente ensayo para el desfile militar en el Paseo de los Próceres, que se realizará tras la toma de posesión en la Asamblea Nacional de Maduro, el “primer presidente chavista” de Venezuela, sucesor del fallecido Hugo Chávez, a la que no asistirán los diputados opositores.
Al parecer, el Gobierno venezolano ha logrado restablecer el control de la situación después de las movilizaciones convocadas por la oposición en rechazo a su asunción. “Todos debemos reaccionar, acabamos de derrotar un golpe de Estado y ellos van a continuar saboteando la vida del país. Alerta a Tod@s”, escribió Maduro en su cuenta de Twitter, recordando los ocho muertos que, según el Gobierno, dejó la movilización del lunes -con un sonoro cacerolazo en varias ciudades del país-, convocado por el líder opositor Henrique Capriles en protesta por la proclamación de su rival en las urnas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) sin antes contar todos los votos.
El joven gobernador opositor, que no reconoce el ajustado margen de 1,8 puntos que le dio la victoria a Maduro, espera una decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre el recurso que presentó el miércoles su comando de campaña, pidiendo el recuento de votos basándose en denuncias de irregularidades. Sin embargo, analistas consultados dudan mucho que ese recurso prospere, sobre todo después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dijera el miércoles que el conteo manual no existe.
Mientras Maduro recibía un apoyo casi unánime de sus vecinos latinoamericanos, aunque con matices, Capriles era apoyado en su demanda de recuento de votos por Estados Unidos y también por la Unión Europea, aunque esta última tomó nota de su elección.
El heredero de Chávez recibió un fuerte apoyo de tres de sus socios del Mercosur, Brasil, Argentina y Uruguay, cuyos presidentes, Dilma Roussef, Cristina de Kirchner y José Mujica, asistirán hoy a la ceremonia de asunción.