Es uno de los principales problemas en Salta y una de las variables que más duro golpea a la clase trabajadora.
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Es uno de los principales problemas en Salta y una de las variables que más duro golpea a la clase trabajadora.
Muchos explican que el problema está en los altos costos que demanda registrar un empleado por lo que deciden esquivarlos, otros argumentan pérdida de competitividad, y un sinfín de motivos más, pero lo cierto es que cualquier sean éstos ninguno lo justifica.
Tampoco es una problemática nueva sino que hace décadas afecta a esta provincia y a toda la región del Noa.
Trabajar en la informalidad implica no contar con ninguno de los derechos laborales que protegen a quien desarrolla una actividad: jubilación, vacaciones, obras social, etc. Y esa situación es la que afecta, según el Indec y el Ielde (Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico de la UNSa) al 45,1% de los asalariados, es decir a 78.523 salteños que trabajan en la capital, conforme a los valores del último cuatrimestre de 2012 y publicados en marzo. Este valor se estima a partir de que el Indec informa que el total de la población ocupada en la ciudad es de 230.000. El 76% (unos 175.000) de estos son asalariados, es decir que trabajan en relación de dependencia. De ese total de empleados asalariados, el 45,1% no recibe aportes jubilatorios: ascienden a 78.523.
Los últimos datos de la Encuesta Permanente de Hogares posicionaron a Salta en el segundo puesto, detrás de Santiago del Estero (46,8%), como una de las provincias del Noa con mayor índice de informalidad laboral.
En la ciudad de Salta, la Población Económicamente Activa (PEA), es decir aquella que tiene trabajo o están en condiciones de trabajar, alcanza a 247.000 personas. Lo que indica, según este organismo, que hay poco más de 18.000 personas que buscan un empleo y no lo encuentran, y 10.000 que se encuentran subocupadas.
En tanto, en toda la provincia, la PEA es de 460.000 personas, de las cuales (según la Encuesta Anual de Hogares Urbanos) llega a 415.000 el total de personas empleadas y 44.000 no tienen empleo.
Una de las mayores deficiencias que genera el empleo informal es que obstaculiza la posibilidad de movilidad social de un trabajador, ya que lo mantiene al margen del goce de la obra social y demás cuidados que le corresponden, lo cual lo expone a desempeñarse de manera riesgosa en su puesto porque no cuenta con cobertura de ART (Aseguradora de Riesgos del Trabajador).
Controles e inspecciones
Los controles e inspecciones que se realizan en las empresas para detectar empleados no registrados se presentan como una de las herramientas más útiles para combatir el problema. Pero, como ocurre con cualquier política pública, los resultados indican la efectividad con la que se implementa una medida, y en este caso, un 45,1% de empleo informal en la ciudad explica que las acciones aún no son suficientes.
No obstante, desde el Ministerio de Trabajo y Previsión, sostuvieron que durante el año 2012 se evaluó la situación de 17.752 empleados en relación de dependencia. Y se identificó que 12.249 estaban registrados, y 5.503 estaban privados de ese derecho.
“Diariamente realizamos inspecciones en toda la provincia. Vamos a las compañías donde hay denuncias o donde nosotros sospechamos que puede haber trabajadores no registrados”, dijo a El Tribuno el ministro de Trabajo de Salta, Rubén Fortuni.
El funcionario sostuvo que “en materia de registración, nosotros contamos con nuestros propios datos. Y entre el 29 y el 31% oscilan los valores que manejamos”.
Consultado por las medidas más eficaces para combatir la no registración de los empleados, consideró que una síntesis del control del Ejecutivo, la concientización de los empresarios y el trabajo legislativo, es la única manera de hacerlo.
El director del Instituto de Estudios Laborales y Económicos (Ielde), Jorge Paz, señaló que “hay control, pero la informalidad siempre logra eludirlos. Incluso hay una oficina específica pero no es eficiente porque las firmas la esquivan. La legislación laboral no se cumple exactamente y en lugar de castigar a los incumplidos opta por programas como el blanqueo”, señaló Paz.
Ahorrarse el costo de los aportes patronales es el motivo principal por el que las empresas evitan registrar a los trabajadores.
De allí que el ejercicio del poder de policía que debe realizar el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Provincia de Salta se presente como la primera política pública para mejorar la calidad del empleo de los salteños.
45,1% es el índice de informalidad registrado por la Encuesta Permanente de Hogares en la ciudad.
78.523 es el total de empleados no registrados de un total de 175.000 asalariados.
230.000 es la cantidad de personas que trabajan en capital.
460.000 es el total de la Población Económicamente Activa en la Provincia (Indec).
17.000 personas aproximadamente están desocupadas y buscan empleo (Indec).
Más educación y concientización
Dos variables que contribuyen a combatir el empleo informal, aunque a largo plazo: educación y la concientización de los empresarios. Claro que acompañadas de los controles e inspecciones en las compañías.
Si bien la segunda variable se refiere a una tarea de difícil solución, aunque no imposible, los nuevos proyectos de responsabilidad social empresaria comprenden la inclusión de los trabajadores en el marco de la legalidad, pero no es todavía una tendencia generalizada.
Respecto a los niveles de educación, cuanto mayor sean, menor probabilidades hay de ser empleado de una manera informal, dado que la no registración se plasma principalmente en los puestos que menor calificación requieren. Por este motivo el sector rural es en Salta uno de los que más informalidad registra, según el Ministerio de Trabajo de Salta. Las pequeñas y medianas empresas también son las que mayor cantidad de empleados informales poseen, y esto porque en las grandes el control del Estado es mayor.