Américo Villa es el delegado del gremio Uocra, que agrupa a los trabajadores de la construcción. Ayer, este sindicalista denunció que en las obras que se realizan en el marco del Fondo de Reparación Histórica en el norte de la provincia, las condiciones de los trabajadores no son las óptimas para que desarrollen sus tareas con seguridad. Villa aludió que las compañías constructoras no cuentan con el equipamiento necesario para realizar sus tareas, y que tampoco lograron percibir el pago por los feriados que trabajaron.
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Américo Villa es el delegado del gremio Uocra, que agrupa a los trabajadores de la construcción. Ayer, este sindicalista denunció que en las obras que se realizan en el marco del Fondo de Reparación Histórica en el norte de la provincia, las condiciones de los trabajadores no son las óptimas para que desarrollen sus tareas con seguridad. Villa aludió que las compañías constructoras no cuentan con el equipamiento necesario para realizar sus tareas, y que tampoco lograron percibir el pago por los feriados que trabajaron.
Según dijo el dirigente sindical, cuenta con la documentación necesaria para comprobar que lo que denuncia no es incorrecto.
Además, reclamó por qué no hay un control sobre las condiciones en las que se desempeñan. Por este motivo apeló al ministro de Trabajo y Seguridad Social de la Provincia, Rubén Fortuny, y al secretario de Trabajo, Eduardo Costello. A ambos les cuestionó que no se sancione a las empresas constructoras luego de que se visitó los lugares donde constataron que no se trabaja correctamente.
Desde que se lanzó el Fondo de Reparación Histórica del Norte, un sinfín de críticas cayeron sobre la iniciativa dado que se anunciaron una cantidad de obras importantes que registraron un tardío inicio, e inclusive varias que se habían anunciado como iniciadas no arrancaron aún.
Quien coordina el FRHN es el hermano del gobernador Juan Manuel Urtubey, Rodolfo.
La problemática que denuncian es los que en reiteradas ocasiones varias personas ya reclamaron, esto no es nuevo. Lo cierto es que a la falta de equipamiento que significa un riesgo para quien desarrolla una tarea, el delegado reclamará hasta obtener una respuesta del Estado y la garantía de que se cumplen las exigencias de los trabajadores.
Cabe recordar que en el interior de la provincia de Salta, la cantidad de trabajadores informales y en malas condiciones tiene cifras similares a los valores de la capital salteña.
Solo en la ciudad, la cantidad de empleados que no están registrados ascienden a los 78.500. No perciben aportes ni cuentan con la protección necesaria para desempeñarse en sus puestos de trabajo.