A tres años del peor momento de su vida, Carolina Píparo escuchó ayer la condena contra cinco de la siete personas que participaron en la salidera bancaria de la que fue víctima en 2010. En aquel momento la mujer estaba embarazada de 9 meses, pero a los asaltantes no les importó y ante su resistencia al robo no dudaron en dispararle. Aquel terrible hecho obligó a los médicos a inducir el parto de su primer hijo, Isidro. El bebé de casi 4 kilos y que tuvo una gestación sin problemas solo pudo sobrevivir una semana. La Justicia determinó ayer que los hombres que atacaron a Carolina Píparo son culpables de asesinato y por ello recibirán la condena de prisión perpetua.
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A tres años del peor momento de su vida, Carolina Píparo escuchó ayer la condena contra cinco de la siete personas que participaron en la salidera bancaria de la que fue víctima en 2010. En aquel momento la mujer estaba embarazada de 9 meses, pero a los asaltantes no les importó y ante su resistencia al robo no dudaron en dispararle. Aquel terrible hecho obligó a los médicos a inducir el parto de su primer hijo, Isidro. El bebé de casi 4 kilos y que tuvo una gestación sin problemas solo pudo sobrevivir una semana. La Justicia determinó ayer que los hombres que atacaron a Carolina Píparo son culpables de asesinato y por ello recibirán la condena de prisión perpetua.
La sentencia la dio a conocer el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Plata, que condenó a cinco imputados a prisión perpetua por “tentativa de homicidio y homicidio” (por la muerte del bebé de la mujer), ocurrida hace tres años, luego de que Píparo retirara dinero de la sucursal Santander Río, situada en la intersección de las calles 7 y 42.
Los condenados
Los condenados fueron Carlos Moreno, de 20 años y autor material del disparo contra la embarazada; Miguel “Pimienta” Silva (43), Luciano López (20), Carlos Jordan Juárez (45) y Juan Manuel Calvimonte (25).
“El hito fundamental es el homicidio de Isidro, que ya era una persona y que solo vivió una semana”, resaltó sobre el fallo el fiscal platense Marcelo Romero, quien tuvo a cargo la instrucción del hecho.
En el fallo, quien llegó al juicio como principal responsable de ser el autor del disparo, Carlos Burgos (20), resultó absuelto, al igual que Augusto Claramonte (44), el que también fue absuelto por el beneficio de la duda, ya que no había pruebas en su contra.
Los jueces interpretaron que la muerte de Isidro, el hijo que llevaba Carolina Píparo en su vientre, fue un homicidio, ya que luego de recibir el disparo los médicos tuvieron que asistir a la mujer e inducir el parto.
Isidro nació a término, pero solo pudo vivir una semana debido a las heridas recibidas durante el atraco.
“Esto fue un antes y un después de mi vida. Yo no recuerdo como era yo y toda la familia antes de esto. Estoy más que conforme con el fallo, que reflejó lo que vivimos en estos dos meses, a través de las pruebas, sobre todo el dolor que nos causaron y que nos causan”, enfatizó Carolina Píparo tras la lectura de las condenas.
Sin olvido
La mujer, quien estuvo acompañada de su esposo Juan Ignacio Buzzali y su abogado defensor Fernando Burlando, indicó: “Este es el fallo que esperaba”, y dijo que el dolor por la pérdida de su hijo aún “es muy grande”. “La herida no se cierra con una sentencia, ni la ausencia de Isidro, pero los culpables estaban sentados ahí”, comentó la mujer.
Por su parte, el abogado de Carolina Píparo, Fernando Burlando, reflexionó sobre la responsabilidad del banco ante el hecho. “Las entidades también deberían hacer un llamado a su responsabilidad y colaborar con el poder político para empezar a cambiar”, dijo Burlando. Además, recordó que el día en que Píparo fue “marcada”, el “encargado de vigilancia del banco estaba tomando café”.
Reclaman que el fallo se confirme
En una conferencia de prensa que brindó en La Plata a pocos minutos de haber escuchado las penas contra cinco de los siete
imputados, Carolina Píparo se mostró “profundamente agradecida” con los jueces y calificó de “muy importante” lo resuelto en esta primera instancia, pero reclamó que el fallo sea confirmado en instancias superiores a la que seguramente recurrirán los condenados.
Por su parte, Juan Ignacio Buzzali, esposo de Píparo, explicó que durante el tiempo que pasó de la tragedia hasta ahora estuvieron viviendo “una vida paralela”.
“Esta es una vida enajenada, no es la de uno”, agregó Buzzali junto a su esposa, y de manera crítica indicó: “Todo el mundo me tiene que pedir disculpas, pero la verdad que no sé por qué”.
Píparo recordó que en el juicio hubiera querido que algunos de los imputados se quebrara y pidiera disculpas, para que así le dijeran qué había pasado.
“Ninguno (de los acusados) se arrepintió. Vivieron el juicio de una manera relajada y tuvieron defensas espectaculares. Nunca esperé el pedido de perdón de ellos”, argumentó.
La mujer evitó pronunciarse sobre si el ataque que sufrió y la muerte de su hijo marcaron “un hito” dentro de la sociedad argentina, ya que a su criterio “nada cambió y mucha gente muere todos los días”.