El pueblo de General Enrique Mosconi no es solo yungas, “río de estrellas” o un mundo de especies naturales. La fuerza está en su gente. Esa gente que a través de décadas viene luchando por mantener su identidad, su vida comunitaria, su fuente de trabajo, la dignidad de un pueblo que se sabe parte de una Argentina profunda. Sus logros parecen ser difíciles de concretar más allá del esfuerzo y la lucha diaria de sus pobladores.
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El pueblo de General Enrique Mosconi no es solo yungas, “río de estrellas” o un mundo de especies naturales. La fuerza está en su gente. Esa gente que a través de décadas viene luchando por mantener su identidad, su vida comunitaria, su fuente de trabajo, la dignidad de un pueblo que se sabe parte de una Argentina profunda. Sus logros parecen ser difíciles de concretar más allá del esfuerzo y la lucha diaria de sus pobladores.
A través de los años Mosconi fue cuna de músicos, artistas y escritores que en su obra dejaron plasmada la identidad de los mosconenses. “El chango” Nieto, nacido y criado en Campamento Vespucio, y más acá en el tiempo, el talentoso intérprete y cantautor José García, son dos de los exponentes de la música popular argentina nacidos en esta tierra.
Un escritor
Gregorio Torres, en cuyo honor se impuso el nombre de uno de los museos de la localidad, es sin duda su mayor exponente literario. Es autor de varias obras y de un romance al general Martín Miguel de Gemes. El ha reflejado como pocos la naturaleza, la cotidianeidad del hombre norteño y la riqueza cultural del aborigen de norte argentino.
El valor de su gente se refleja también en las actividades productivas que hacen un gran aporte a la economía de Salta y el país.
Décadas atrás el fuerte aporte de General Mosconi se dio a través de la industria maderera con sus grandes establecimientos ubicados en Coronel Cornejo y Mosconi. Cómo no tener presente firmas como Echesortu y Casas, o la Maderera Río de la Plata.
El petróleo
Un siglo atrás el recordado y valorado pionero y filántropo Francisco Tobar inició a puro pulmón y a lomo de mulas la industria del petróleo. Su vida, su quehacer en el norte y sus logros se reflejan en el primer museo del petróleo que está en Campamento Vespucio. Está en una casa que atesora valiosísimas piezas de los primeros años de esta industria. Y más tarde la producción gasífera surgida a fines de los años "40, pero que en la década del '90 alcanzó su pico máximo al posicionar a Salta como segundo productor a nivel nacional. Y si bien disminuyó en los últimos años, actualmente sigue aportando a la matriz energética nacional.
Campamento Vespucio
También, entre las serranías del oeste se levanta el pueblo de Campamento Vespucio que dos décadas atrás pertenecía a la exestatal YPF. Se levantó a mediados de los años "40, como un oasis en medio del frondoso monte tropical. Los obreros de la estatal YPF fueron los encargados de abrir caminos a pala y pico para levantar lo que primero se conoció como Campamento Central de Yacimiento Norte (YPF).
En total se levantaron 652 viviendas, 296 de ellas estaban enclavadas en la ladera de los cerros colmados de árboles silvestres que conformaban una riqueza forestal incomparable. Más hacia el este, General Mosconi posee grandes extensiones de tierra donde el régimen de lluvias posibilita los cultivos intensivos de soja, poroto, maíz, entre otros; allí residen campesinos y aborígenes que trabajan en algunos establecimientos.
Son parte de su fauna silvestre el yaguareté, la corzuela, el tapir, el anta, zorros, osos, tucanes, monos, lampalaguas y serpientes.