Gritos desesperantes, corridas y cuatro horas de intensa búsqueda a una niña de solo cuatro años que creían secuestrada, pero que estaba escondida debajo de la mesa de su casa.
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Gritos desesperantes, corridas y cuatro horas de intensa búsqueda a una niña de solo cuatro años que creían secuestrada, pero que estaba escondida debajo de la mesa de su casa.
El increíble hecho ocurrió ayer en una vivienda ubicada en la esquina de calles Maipú y Santiago del Estero, a las 12.30, cuando la menor desapareció misteriosamente de su hogar.
Momentos después, su abuela María (66), le comunicó el angustiante hecho a Roxana (29), la madre de la menor, quien de inmediato comenzó a buscarla por toda la zona hasta que recibió una terrible noticia; una vecina de 13 años contó que dos hombres fuertemente armados la habían raptado en la intersección de Ibazeta y Entre Ríos, en inmediaciones de la escuela Remedios de Escalada, y la subieron a una camioneta blanca.
“La nena de 13 años me dijo que si ella decía algo, le iban a dar un disparo en la frente”, aseguró la madre de la supuesta víctima a El Tribuno.
A raíz de la denuncia radicada en la comisaría 5, integrantes de la Brigada de Investigaciones, el personal de la División Trata de Personas y diversos efectivos de las diferentes seccionales de esta capital realizaron un plan candado, con resultados negativos.
Horas después, mientras las fotografías de la menor y sus características eran difundidas a través de las redes sociales, la testigo clave fue llevada nuevamente a la comisaría 5 donde entró en contradicciones.
Por ese motivo, los efectivos se dirigieron nuevamente al domicilio de la víctima y lo dieron vuelta, aunque nuevamente con resultados pocos esperanzadores.
Cerca de las 16, un hermanito de la niña estaba tirado en el piso jugando con sus muñecos y la vio acostada entre dos sillas, entre la mesa y el suelo del inmueble.
“¿Qué hacés ahí?!”, le gritó y ella solo atinó a responderle: “Shhh, estoy escondida”.
Una vez que la nena fue descubierta, tras casi cuatro horas, la niña fue fuertemente abrazada por su madre y el resto de su familia. “Recién ahora se me volvió el alma al cuerpo. No puedo creer todo lo que pasó, pero desde acá agradezco a quienes se preocuparon por toda nuestra familia y ayudaron a difundir sus imágenes”, le comentó Roxana a este matutino.