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El atrayente pasaje Chiclana I

Domingo, 02 de junio de 2013 20:35

 Días pasados se me ocurrió indagar si alguien sabía algo sobre el famoso pasaje Chiclana, un lugar de la zona norte parecido al bajo de villa San Antonio. Para ello utilicé la red social Facebook. Enseguida comencé a recibir comentarios. ¿Ahora usted quizá se pregunte por qué toco estos temas? Y bueno, digamos que quiero hablar de lo que a muchos les da vergüenza o piensan, creo que equivocadamente, que no tiene trascendencia en la vida cotidiana. Sin embargo, comprobé que hace lagrimear a más de uno cuando se acuerdan de sus travesuras. El Pescador Perdido, seudónimo de un amigo, cuenta que a fines de la década del cincuenta él concurría a un colegio secundario privado y con sus compañeros de curso tenían la incipiente idea de conocer “el sexo”, tema que empezaba a picar en la changada. La pregunta era “dónde”. Dice que después de diversas opiniones eligieron el pasaje Chiclana, pues era cerca y tranquilo. Estaba ubicado entre la calle Necochea y avenida Sarmiento, a las orillas de la vías de FCGB. Era un caserío de chapas, madera y adobe; un callejón enripiado dividía las piezas a ambos lados, era un estrecho pasaje que solo permitía el paso de peatones y bicicletas. La reina del lugar era... uhh, se me acabó el espacio. La seguimos otro día ¿metá?

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 Días pasados se me ocurrió indagar si alguien sabía algo sobre el famoso pasaje Chiclana, un lugar de la zona norte parecido al bajo de villa San Antonio. Para ello utilicé la red social Facebook. Enseguida comencé a recibir comentarios. ¿Ahora usted quizá se pregunte por qué toco estos temas? Y bueno, digamos que quiero hablar de lo que a muchos les da vergüenza o piensan, creo que equivocadamente, que no tiene trascendencia en la vida cotidiana. Sin embargo, comprobé que hace lagrimear a más de uno cuando se acuerdan de sus travesuras. El Pescador Perdido, seudónimo de un amigo, cuenta que a fines de la década del cincuenta él concurría a un colegio secundario privado y con sus compañeros de curso tenían la incipiente idea de conocer “el sexo”, tema que empezaba a picar en la changada. La pregunta era “dónde”. Dice que después de diversas opiniones eligieron el pasaje Chiclana, pues era cerca y tranquilo. Estaba ubicado entre la calle Necochea y avenida Sarmiento, a las orillas de la vías de FCGB. Era un caserío de chapas, madera y adobe; un callejón enripiado dividía las piezas a ambos lados, era un estrecho pasaje que solo permitía el paso de peatones y bicicletas. La reina del lugar era... uhh, se me acabó el espacio. La seguimos otro día ¿metá?

 
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