En época de elecciones, ella es una de las mujeres de consulta de los políticos para conocer el panorama que tienen al frente al momento de lanzar sus candidaturas o de arrancar la campaña política. A una semana de la inscripción de las listas y de la presentación en sociedad de varias, Analía del Franco pintó el mapa de la Argentina en los distritos que reúnen más del 50% de las bancas que estarán en juego en las elecciones legislativas nacionales del próximo 27 de octubre, cómo quedarán los candidatos con aspiraciones presidenciales y los que no son postulantes, pero también aspiran al sillón de Rivadavia en 2015, las relaciones internas del kirchnerismo con la presidenta Cristina Fernández a la cabeza y los movimientos que deja traslucir la oposición.
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En época de elecciones, ella es una de las mujeres de consulta de los políticos para conocer el panorama que tienen al frente al momento de lanzar sus candidaturas o de arrancar la campaña política. A una semana de la inscripción de las listas y de la presentación en sociedad de varias, Analía del Franco pintó el mapa de la Argentina en los distritos que reúnen más del 50% de las bancas que estarán en juego en las elecciones legislativas nacionales del próximo 27 de octubre, cómo quedarán los candidatos con aspiraciones presidenciales y los que no son postulantes, pero también aspiran al sillón de Rivadavia en 2015, las relaciones internas del kirchnerismo con la presidenta Cristina Fernández a la cabeza y los movimientos que deja traslucir la oposición.
Señaló, además, tres claves para esta campaña: es mejor seducir que confrontar, los candidatos deberán explotar al máximo la sensación de confianza que den al electorado y, a la vez, tener en cuenta que los argentinos, en especial los que no se sienten muy afines al Gobierno nacional, están reclamando más control al poder político.
¿Cómo es el panorama electoral para el Gobierno a una semana de la inscripción de listas?
Los distritos o provincias que le son adversos al Gobierno nacional son especialmente la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, que es una de las más complicadas, Santa Fe y está también bastante peleado en Mendoza. En el resto de los distritos hay una situación favorable para el oficialismo.
Si las elecciones fueran este fin de semana, ¿quiénes serían los dirigentes políticos que mejor parados saldrían?
En la ciudad de Buenos Aires, hoy el PRO (lidera Mauricio Macri) tiene un favoritismo, ya que está en primer lugar en las encuestas. En segundo lugar estarían perfectamente compitiendo Daniel Filmus (Frente para la Victoria) y la línea de (Alfonso) Prat Gay y otros dirigentes que conforman el UNEN.
¿Y en la provincia de Buenos Aires, que además es donde surgió la figura de Sergio Massa como enfrentado al Gobierno?
Es donde mayor impacto tiene Sergio Massa, tiene el mayor nivel de imagen positiva. Pero me parece que si fueran este fin de semana, creería que están en una situación de empate, después pesará toda una campaña.
¿Empate con quién?
Con el Frente para la Victoria, con (Martín) Insaurralde.
Algo de lo que se habla es el interés del Gobierno en lograr un triunfo contundente para tener los dos tercios en el Congreso para la reforma constitucional que habilite la re-reelección. ¿Es posible que lo logre?
No, es difícil. No resulta tan sencillo esto hoy.
¿Quiénes de todos los “presidenciables” quedarían mejores posicionados después de esta elección?
Macri no. Y no porque no juega a nada, sino porque no tiene visibilidad en diferentes distritos. Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, que es donde dos presidenciables como pueden ser (Daniel) Scioli y Massa están presentes, él no va a estar. Seguro que Macri no.
¿Y otros?
Bueno, (Hermes) Binner obviamente que es importante que logre un triunfo contundente en su provincia. Y de los otros presidenciables, puede ser Massa, puede ser Scioli, ¿no? Diría que van a quedar bien posicionados independientemente de que ganen. Dentro de la provincia de Buenos Aires, Massa va a quedar bien instalado y también me parece que a Scioli se le presenta una oportunidad importante, ya que si bien no es candidato, prefirió quedarse dentro del espacio Frente para la Victoria; él puede tener un rol importante en esta campaña que lo habilite a mantenerse como candidato a presidente para 2015.
En 2011, cuando se hicieron también primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, ¿hubo mucha diferencia entre lo que se votó en las internas y el resultado de la elección general?
No hubo tanto. Sí hubo un dato interesante con el traslado de los votos del peronismo, de Eduardo Duhalde, y de Ricardo Alfonsín, desde otro lugar, hacia Binner. Es decir, una capitalización de Binner en este punto, como era el candidato nuevo en ese momento, pero el número uno que en ese momento fue Cristina Kirchner también capitalizó, como que no se polarizó porque la diferencia era muy alta. De todos modos, esta campaña es diferente porque acá se juegan figuras legislativas, entonces prima el hecho de que el partido que a uno (el elector) le gusta tenga representatividad en el parlamento, con lo cual la gente no vota para que haya mayoría de un partido, vota para que haya controles y mayoría de oposición. Entonces, no sé si va a haber un corrimiento hacia un voto útil; cada uno se va a quedar con lo que quiere que esté en el Congreso.
Para estas elecciones, ¿hay alguna expectativa del electorado que marque cómo será la campaña?
Eso depende más bien de cada candidato, hay algunos que son más desconocidos, hay que presentarlos en sociedad, otros más conocidos. Lo que yo creo que en esta campaña, que es una campaña que no es del Ejecutivo, siendo que estamos muy pegados a las individualidades, creo que se va a priorizar mucho la confianza que transmiten los candidatos y la oposición lo que va a pedir es más control. Esto es, obvio, lo que la gente está buscando. Y desde el oficialismo me parece que la idea es mostrar lo que se hizo, volver a seducir y a enamorar para los últimos dos años.
¿Cuánto va a pesar la figura de la presidenta Cristina en función de la pérdida de imagen que tuvo entre 2011 y hoy?
Su figura en algunos distritos va a pesar bastante, en la provincia de Buenos Aires sobre todo para presentar la lista y para fortalecer al voto propio. Va a pesar...
La caída de la buena imagen de Cristina, elegir a Insaurralde que es poco conocido, Massa que se abre, ¿todo esto implica que la era K puede estar en sus últimas etapas?
Uno puede decir que hay una transformación o una superación de este modelo, porque también una modalidad no puede durar 20.000 años. A mí me parece que la elección de los candidatos va con la línea con la que venía Cristina, que es tender a poner alguna parte de gente nueva, alguna parte de gente sub-45. Y, en el caso de Insaurralde es mostrar gestión, mostrar juventud, y mostrar compromiso con el proyecto K. Es un desafío. Uno puede decir ahora no había ningún “nombrón” para poner, y bueno, efectivamente no había ningún nombrón para poner, pero me parece que la oferta para estas elecciones es una oferta un poco más de conjunto, que apunta a otras cosas, y sabiendo que ella especialmente tiene mucha incidencia en la provincia de Buenos Aires, sobre todo en el Gran Buenos Aires.
Mientras que el kirchnerismo saca nuevos nombres, que seguramente la Presidenta tendrá que apuntalar, la oposición sale con nombres históricos en su mayoría...
Primero me parece que para la oposición siempre es más difícil instalar a alguien nuevo, segundo que Massa es bastante nuevo, el frente renovador viene con bastante novedad, insisto, el FAP tiene a Lousteau que es verdad que hace tiempo que está pero en la parte legislativa es nuevo, Victoria Donda también es una persona nueva. No sé qué tan tradicional, me parece que está más mixturado, creo que la oposición también hizo sus esfuerzos.
La crispación, la pelea con la Corte, el renovado reclamo del campo, ¿juegan algún rol en esta campaña? ¿Es esperable una campaña más virulenta?
No, espero que no. Me parece que uno en una campaña logra más cosas con la persuasión que con el enojo. Lo que sé también es que el estilo de kirchnerismo es el estilo de defensa a rajatabla de las cuestiones que se proponen y, a veces, eso lleva a esta cuestión de la confrontación. A mí me parece que va a ser como siempre es Cristina; ella nunca cambia. Yo creo que están más las expectativas de afuera de que cambie, de que va a hacer esto, que va a hacer lo otro, y ella se mantiene siempre en su momento, a veces está menos confrontativa, a veces está más simpática, creo que va a seguir con esa modalidad que tiene porque en definitiva es también una modalidad bastante normal de cualquier persona que a veces está enojada y otras no.
Insisto, esta tensión con la Corte que tanto ocupa a los medios, ¿puede tener incidencia en el resultado electoral?
No. En algunos sectores puede ser, pero no es determinante. Es un ingrediente más, pero quizás para los sectores medios, medios alto, pero tampoco es un ingrediente como para generar nueva oposición. Creo que alimenta la oposición histórica.
¿Cree que después de esto Cristina va a buscar la re-reelección?
No, no. Creo que no va a insistir después de 2015.
¿Por qué?
Porque ya lo dijo y lo dijo de diversas maneras. Me parece que siempre se ha dicho con los Kirchner que después redoblan la apuesta y que esto y que lo otro, y no es así. Ella dijo que se iba a presentar y se presentó, se decía que iba a levantar las PASO y no lo hizo, y ahora creo que no se va a insistir, independientemente de los movimientos que haya por debajo en su partido que, además, me parece muy bien que lo haga y me parece muy bien que estos dos años manteniendo cierta atención y en estado de alerta, porque hay que pasar los dos últimos años.