Cuando la Cámara de Diputados de la Nación aprobó la ley de fertilización asistida, las personas que seguían el debate desde los balcones del recinto no contuvieron los festejos. Es que el proyecto (esperaba tratamiento desde junio de 2012) seguramente le cambiará la vida a quienes quieren ser padres y no cuentan con los recursos económicos para someterse a ese costoso tratamiento médico.
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Cuando la Cámara de Diputados de la Nación aprobó la ley de fertilización asistida, las personas que seguían el debate desde los balcones del recinto no contuvieron los festejos. Es que el proyecto (esperaba tratamiento desde junio de 2012) seguramente le cambiará la vida a quienes quieren ser padres y no cuentan con los recursos económicos para someterse a ese costoso tratamiento médico.
La iniciativa, tomada del modelo bonaerense y elevada originalmente por el salteño Alfredo Olmedo, fue aprobada -con numerosas reformas- con 204 votos a favor, uno negativo y 9 abstenciones. Incorpora los procedimientos al Programa Médico Obligatorio y garantiza la cobertura por parte de obras sociales, empresas de medicina prepaga y el sistema de salud público del país. De acuerdo al texto que aprobaron ayer los diputados nacionales, también quedan contempladas las técnicas de baja y alta complejidad que incluyan o no la donación de gametos o embriones.
Mucha expectativa había en este debate de las asociaciones civiles que esperaban el resultado en el interior del Congreso de la Nación y en la calle. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reconoció esa lucha desde su cuenta de Twitter: “Felicitaciones a todas las ONG en general y personas en particular que tanto lucharon por la ley de fertilización asistida. Se la ganaron”, publicó la jefa de Estado.
La ley permitirá el acceso gratuito de las mujeres, sean casadas o no, y de cualquier orientación sexual, a los procedimientos de mayor o menor complejidad que tengan como finalidad el embarazo.
“El Parlamento está saldando una deuda”, enfatizó la titular del bloque del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio. Destacó que “ahora todos tienen derecho a decidir sobre el tamaño de sus familias”. El proyecto fue acompañado por el oficialismo y la oposición, menos por Julio Ledesma (Corriente de Pensamiento Federal) y otros que se abstuvieron.