El Ministerio de Trabajo, encabezado por Carlos Tomada, mantendrá hoy una nueva reunión con los dueños de las empresas de micros de larga distancia y el gremio de la UTA, donde llevaría una propuesta para intentar acercar posiciones y destrabar el conflicto del sector, que ya provocó cinco días de paro al tiempo que quedó latente la realización de nuevas medidas de fuerza.
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El Ministerio de Trabajo, encabezado por Carlos Tomada, mantendrá hoy una nueva reunión con los dueños de las empresas de micros de larga distancia y el gremio de la UTA, donde llevaría una propuesta para intentar acercar posiciones y destrabar el conflicto del sector, que ya provocó cinco días de paro al tiempo que quedó latente la realización de nuevas medidas de fuerza.
La idea es poner hoy fin a la paritaria con la firmar del acuerdo, porque mañana vence la conciliación voluntaria que el gremio aceptó el viernes pasado y que dejó sin efecto la nueva huelga dispuesta por los conductores de ómnibus de larga distancia.
La Secretaría de Transporte destinaría a las cámaras empresarias unos $ 500 millones en subsidios para garantizar el financiamiento del aumento salarial de 23% fijado para los choferes de la actividad el mes pasado.
Ese esquema contemplaría un subsidio de $ 100 por cada boleto para los pasajeros con discapacidad, lo que representaría unos $ 400 millones anuales (calculado sobre un promedio anual de 4 millones de pasajes).
A esto se le sumaría el otorgamiento de alrededor de 2.000 planes Repro del Ministerio de Trabajo, por los cuales el Estado financiaría una parte de los salarios (entre $ 600 y $ 800) de los choferes por un plazo mínimo de seis meses a cambio de la garantía empresarial de no efectuar despidos.
Según calcularon en el sector, esas dos medidas implicarían para las compañías una asistencia anual cercana a los $ 500, poco más de la mitad del costo del aumento salarial a los choferes para este 2013.
Voceros de la negociación comentaron que en Transporte también evalúan alguna compensación para aquellas compañías que compiten directamente con los vuelos de Aerolíneas Argentinas y que reclaman una asistencia estatal mayor ante la imposibilidad de trasladar a las tarifas los costos del incremento salarial de los choferes.