Tras una década de trabajo, hoy son 480 los chicos y jóvenes que conforman la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Salta, proyecto que nació en 2003 de la mano de su actual directora, Delia Raquel Wayar.
Es tanto el interés que despierta, que hay unos 200 chicos en lista de espera. A medida que se producen vacantes por diferentes circunstancias, pueden incorporarse, ya sea con sus propios instrumentos o con los que la Orquesta les da en comodato.
Hasta ahora las clases y ensayos se hacen en la Escuela Sarmiento, porque no tienen casa propia. Es que esta escuela-orquesta recibe niños desde los 4 años y no tiene límite de edad. Sin ir más lejos, hoy la oboísta Daniela Guzmán y el fagotista Enzo Zuleta, tienen 31 años, porque transitaron la última década en el grupo. Y también, a modo de ejemplo, Ulises Oreste se capacitó en oboe y ahora trabaja en la orquesta sinfónica de San Martín (Buenos Aires).
“La música nos libera de las pequeñeces, de las mezquindades, de las angustias y de las frustraciones”, dice con fuerza Raquel Wayar a El Tribuno, mientras relata las experiencias de muchos chicos a los que la Orquesta les cambió la vida.
Más allá de las limitaciones
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Tras una década de trabajo, hoy son 480 los chicos y jóvenes que conforman la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Salta, proyecto que nació en 2003 de la mano de su actual directora, Delia Raquel Wayar.
Es tanto el interés que despierta, que hay unos 200 chicos en lista de espera. A medida que se producen vacantes por diferentes circunstancias, pueden incorporarse, ya sea con sus propios instrumentos o con los que la Orquesta les da en comodato.
Hasta ahora las clases y ensayos se hacen en la Escuela Sarmiento, porque no tienen casa propia. Es que esta escuela-orquesta recibe niños desde los 4 años y no tiene límite de edad. Sin ir más lejos, hoy la oboísta Daniela Guzmán y el fagotista Enzo Zuleta, tienen 31 años, porque transitaron la última década en el grupo. Y también, a modo de ejemplo, Ulises Oreste se capacitó en oboe y ahora trabaja en la orquesta sinfónica de San Martín (Buenos Aires).
“La música nos libera de las pequeñeces, de las mezquindades, de las angustias y de las frustraciones”, dice con fuerza Raquel Wayar a El Tribuno, mientras relata las experiencias de muchos chicos a los que la Orquesta les cambió la vida.
Más allá de las limitaciones
“Se plantean situaciones muy destacables: algunos terminan el secundario, comienzan la universidad y deben abandonarnos. Otros, gracias a la metodología de estudio adquirida en la Orquesta siguen una carrera superior. Para muchos, la vida es la Orquesta”, dice con orgullo.
Pero también hay situaciones muy especiales, como los que están en hogares sustitutos y que se integraron. O chicos que hicieron quimioterapia por cáncer que, mediante un convenio con la Fundación HOPE, comenzaron a tocar. Y también con la Asociación Salteña Síndrome de Down, desde donde se incorporaron cuatro chicos en la Orquesta y dos en el coro.
El día a día
La metodología de trabajo se conjuga entre clases individuales, en la que el profesor dedica una hora en exclusividad a un alumno un día a la semana. En la jornada siguiente se realiza un ensayo parcial en grupos con un mismo instrumento e igual nivel. El tercer día se dicta teoría de la música y un cuarto, generalmente los sábados, será de ensayo general.
A medida que los alumnos pasan de nivel se produce una división natural de grupos, que son guiados por directores y jóvenes integradores.
Hoy, la preinfantil está a cargo de Edgar Contreras, músico de 25 años, mientras que la infantil está dirigida por Elías Wayar, de 22 años.
Y sorprendentemente, cada orquesta tiene coachs de 13 años de edad para los ensayos parciales, adolescentes que entrenan a los más pequeños y que pese a su corta edad ya tienen como mínimo siete años de instrumento.
“A lo largo de nuestra trayectoria hemos viajado por otras provincias, además de Paraguay, Brasil y Venezuela. También tocamos en el Congreso de la Nación. Para este año la propuesta es llegar a lugares que nunca fuimos. Se trata del proyecto La orquesta va a la escuela, y según el espacio que tenga el establecimiento será el grupo que concurra. El Quinteto de Cuerdas tiene, en lo que va del año, 15 actuaciones”, dice Wayar.
Las orquestas y grupos
Hay tres orquestas sinfónicas de 90 chicos cada una aproximadamente. La preinfantil con niños de 4 a 10 años; la Infantil de 11 a 15 y la Juvenil con talentosos desde 11 años.
Se suman a este despliegue artístico el Grupo de Cámara de Cuerdas, con 20 integrantes; la Sinfonietta Ginastera, de 20 músicos; el Quinteto de Cuerdas y el Coro infantil y juvenil con 65 integrantes.
Ahora llega el Festival Sinfónico
Para cerrar los festejos, el miércoles próximo a las 21, en el Teatro Provincial, será el Festival Sinfónico Infantil y Juvenil en el X Aniversario de la Orquesta. Ese día se lucirán los cuerpos mayores: la Orquesta Juvenil Mozart, la Infantil Joseph Haydn y la preinfantil Crescendo. Todo con entrada gratuita.
La Sinfónica Mozart, dirigida por Hernando Mena interpretará la Sinfonía “Heroica” de Ludwig Van Beethoven. Crescendo, bajo la batuta de Edgar Contreras, ejecutará Obertura Infantil de Antonio Giménez; Canción de Cuna de Johannes Brahms; Danza Rusa Nº 2 de Russ Daly y Trumpetoon de John Kinyon. La Orquesta Haydn, dirigida por Elías Wayar, presentará Obertura Gypsy de Merle Isaac; Himno al Emperador de Haydn; Marcha Triunfal de la ópera Aida de Verdi y la Tempestad de Robert W. Smith.
Coronado la presentación, las Orquestas Haydn y Mozart interpretarán La cabalgata de las Valkirias y Chalambo de Manuel Artés.
El Quinteto de Cuerdas formará parte de la próxima presentación del ciclo Todos al Escenario que se presentará el viernes 26, a las 20, en el Centro Cultural América (Mitre 23). También Nicolás Robin en flauta traversa, y Gala Soler en saxo se sumarán a la actuación.