La Catedral Basílica de Salta quedó chica para los miles de fieles que ayer se acercaron a participar de la entronización de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro. Varias personas hasta se sofocaron por el calor y la falta de aire. Pero como todos los años, la emoción por tratar de llegar lo más cerca posible de los tronos -o al menos alcanzar a verlos- es única.
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La Catedral Basílica de Salta quedó chica para los miles de fieles que ayer se acercaron a participar de la entronización de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro. Varias personas hasta se sofocaron por el calor y la falta de aire. Pero como todos los años, la emoción por tratar de llegar lo más cerca posible de los tronos -o al menos alcanzar a verlos- es única.
Así se inició anoche en Salta un nuevo tiempo del Milagro; una fiesta religiosa en la que a partir de hoy y durante 45 días, los salteños se prepararán para renovar el pacto de fe el próximo 15 de septiembre.
En el marco de esta fiesta tradicional, los salteños también ya se preparan para recibir con los brazos abiertos a miles de peregrinos que llegan de todos los rincones del mundo para agradecer favores y pedirles al Señor y a la Virgen por la salud, la familia y la vida.
En su homilía el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, habló especialmente de la fe. Dijo que “la fe es el camino a la luz del Señor”. Luego, haciendo referencia a que un amigo puede apelar como lo hizo Abraham ante Dios para conseguir misericordia por las ciudades de Sodoma y Gomorra (una de las lectura bíblicas del Génesis de ayer), señaló que “un camino que recorre la historia en el corazón de todos los creyentes, que nos hace a todos parte es el camino de la Iglesia de Jesús. Se trata de un camino de amistad, de corazón a corazón”.
En otra parte del sermón, monseñor Cargnello señaló: “Necesitamos ganar los vínculos de la honestidad, de la honradez, de la verdadera solidaridad. Pedimos por favor que no nos mientan, que no nos roben, que no nos engañen. Nos ayudemos para que recuperemos el camino que nos hace hijos”.
Siguió: “Un cristiano es hijo en el corazón de la sociedad. Por eso también en esta fiesta podemos comprometernos a ser fiables. Fiables para nuestros hermanos, porque la fe es camino a la luz del Señor y es la actitud que debemos seguir”.
El arzobispo enfatizó que justamente es la construcción del vínculo de la que tanto habla el Papa Francisco, quien vino a rezarle varias veces al Señor y la Virgen del Milagro. Instó a los fieles devotos presentes a seguir el ejemplo de “la gran creyente, la primera, la más grande: la Madre de Dios. Aquella que, como Abraham, es la gran fiadora”.
El lema de este año
“Señor del Milagro, Cristo redentor, del pueblo de Salta no apartes tu amor!” resonó en el Santuario de los Santos Patronos. Un humo bendito también se expandió entre la multitud en dos momentos de la ceremonia.
Este año el lema del Milagro es: “Con fe enamorada conviertamos la esperanza en Milagro”. De acuerdo a lo indicado por la Catedral, las intenciones generales durante este tiempo serán: “agradecer a Dios Padre Providente por el don del Papa Francisco, que es regalo compromiso, para que guiados por su testimonio de humildad comuniquemos la vida de Cristo a todos”.
También “reconocer la familia como un Santuario valioso para que el pueblo sea custodio responsable de la vida humana desde su concepción hasta la ancianidad”. Y “fortalecer el compromiso por una Patria más justa, fraterna y solidaria, para caminar en la reconciliación y la unidad”.