La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, visitó al exlíder de la banda de rock Callejeros, Patricio "Pato" Santos Fontanet, en el penal de Ezeiza, donde purga su condena por la tragedia del boliche República Cromañón.
inicia sesión o regístrate.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, visitó al exlíder de la banda de rock Callejeros, Patricio "Pato" Santos Fontanet, en el penal de Ezeiza, donde purga su condena por la tragedia del boliche República Cromañón.
Mediante una foto, la propia Carlotto hizo público el encuentro con el músico, quien está alojado en el pabellón psiquiátrico de la cárcel de Ezeiza.
Durante dos horas la dirigente de Derechos Humanos y el músico estuvieron reunidos y Carlotto le dijo a Fontanet que "no va estar tranquila mientras estén presos personas inocentes", según comentaron sus allegados.
La novia del cantante, Estefanía Miguel, indicó a la prensa que Fontanet estaba "emocionado" con el encuentro con Carlotto.
La joven calificó al encuentro como "un hermoso gesto, lleno de vida y compromiso por la verdad de una mujer que es un símbolo en la lucha por la búsqueda de justicia".
"Le sacó una sonrisa, algo nada fácil en estos tiempos por los que atraviesa Pato", aseguró Miguel, madre del hijo del cantante.
Fontanet se encuentra condenado a siete años de prisión por la tragedia de Cromañón, ocurrida el 30 de diciembre de 2004 y en la que murieron 194 personas.
En el penal de Ezeiza Fontanet participa del Programa "Prisma", que está abocado a tratar la problemática de mujeres y hombres con algún tipo de trastorno mental alojados en establecimientos del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Fontanet estuvo, antes de ser alojado en Ezeiza, en la clínica psiquiátrica Morra, en la ciudad de Córdoba, aunque en calidad de detenido por el delito de "homicidio culposo seguido de muerte y cohecho activo".
El Tribunal Oral en lo Criminal 24 de Buenos Aires dispuso luego que Fontanet fuese trasladado hasta Ezeiza, tras una disputa con la justicia cordobesa.
Fue la Corte Suprema de Justicia de la Nación la que resolvió que la cuestión era de "exclusiva competencia" del tribunal porteño y por eso se lo remitió desde Córdoba a la cárcel bonaerense.