Con un paro nacional de camioneros y movilización a Plaza de Mayo, el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, se plantará el lunes próximo frente al Gobierno para hacer nuevamente oír sus reclamos desde que se paró en la vereda de enfrente de Cristina Kirchner: reducciones al impuesto a las ganancias y los topes al beneficio de las asignaciones familiares.
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Con un paro nacional de camioneros y movilización a Plaza de Mayo, el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, se plantará el lunes próximo frente al Gobierno para hacer nuevamente oír sus reclamos desde que se paró en la vereda de enfrente de Cristina Kirchner: reducciones al impuesto a las ganancias y los topes al beneficio de las asignaciones familiares.
La medida de fuerza, que ya se evaluaba desde el jueves, fue confirmada esta mañana por el segundo hombre fuerte en el gremio de los Camioneros: Pablo Moyano.
“Paro nacional de Camioneros y movilización a Plaza de Mayo”, anunció Moyano en diálogo con radio Vorterix. “Seguramente muchas organizaciones gremiales que vienen sufriendo este robo se sumarán”, agregó el dirigente, haciendo hincapié en la demanda de una suba en el mínimo no imponible por el que se cobra el impuesto a las ganancias.
Según considera Moyano, la situación actual afecta a los trabajadores, que cada vez tienen menos poder de adquisición ante la elevada inflación.
Camioneros cuenta con la fortaleza suficiente para afectar el normal funcionamiento de la recolección de basura, así como la distribución del correo postal,y de los diarios y revistas en todo el país. También golpea directamente en el transporte de caudales, lo que afectaría el abastecimiento de dinero en los cajeros automáticos, y en el transporte de combustible y mercadería para los supermercados.
El paro seguro impactará con fuerza, ya que será después de un fin de semana y en la víspera del feriado del 9 de julio. El año pasado, por un reclamo similar, Moyano había decretado una huelga que fue un tormento para el Gobierno porque coincidió con el feriado del Día de la Bandera. Por entonces, no hubo combustible en los surtidores y faltó mercadería en los supermercados.