Inagotable, el Museo de Arte Latinoamericano, Pajcha, tiene abiertas de par en par sus puertas para vivir la magia del mundo andino.
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Inagotable, el Museo de Arte Latinoamericano, Pajcha, tiene abiertas de par en par sus puertas para vivir la magia del mundo andino.
Todas las escuelas y colegios de la provincia, de alumnos grandes y chicos, son esperados con la ansiedad de mostrar, de hacer descubrir impensados caminos del pasado, que entibian el presente con su fuego sagrado e infinito. Cada uno es parte de ese pasado y en Pajcha podrán encontrarse en él.
La nueva propuesta de los creativos directores del museo es conocer, a través de una producción de cortos, los “Angeles Andinos, de Jujuy al Cuzco”. “Esta propuesta es para que todos nuestros visitantes conozcan un patrimonio cultural material e inmaterial que está dando grandes resultados, porque lo material si se va, se va para siempre. Por eso, con el lema: Conocer para amar y salvaguardar, esta obra es una invitación a conocer una nueva (vieja) estética de los ángeles, alejada de las representaciones europeas, con influencias del indígena, el mestizo y el mulato, reflejando la belleza de los rasgos andinos”, explicó la directora de Pajcha, Liliana Madrid de Zito Fontán. El corto muestra bellísimos ángeles que están en iglesias de Jujuy, pasando por Bolivia hasta llegar al Cuzco, Perú, y que delatan una mixtura cultural entre lo indígena y lo español.
“Entre tantas propuestas, les contamos que estamos estudiando la flora de altura, de la puna, porque nos interesa el medio ambiente donde los grupos humanos conviven y son parte de ellos. Creemos que así despertamos memorias acercando experiencias que son similares, que surge de los grupos humanos una enciclopedia de saber ancestral que con mucho mucho respeto transmitimos. Eso es Pajcha: trabajar en comunidad, brindar y acercar”, relató con pasión Liliana.
Pajcha ofrece un exclusivo escenario del que participan docentes con sus niños, y resulta muy divertido ir desde la risa al conocimiento, potenciando los valores de cada uno.
“Buscar o despertar la vocación de cada uno es una tarea difícil de realizar por parte de la educación formal, dada la estructura rígida y lineal que la caracteriza, generalmente, llevando al niño a situaciones de estrés. Nosotros hacemos nuestra propia oferta en ese sentido. Usamos el juego como instrumento y los chicos se enamoran, aprenden, aman y preservan lo más valioso que tenemos que es la herencia cultural”., destacó Liliana. Para más información, consultar a la página web del museo: www.museopajchasalta.com.ar/