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Violaciones masivas: una pandemia aberrante

Domingo, 25 de agosto de 2013 01:49

El 11 de febrero de 2011, todo parecía ser alegría en la plaza Tarhir de Egipto. Estaba colmada de miles de manifestantes que festejaban la caída del régimen del dictador Hosni Mubarak, que llevaba más de 30 años en el poder y que en estos días ha sido beneficiado con reclusión domiciliaria por las autoridades militares que derrocaron al gobierno constitucional.

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El 11 de febrero de 2011, todo parecía ser alegría en la plaza Tarhir de Egipto. Estaba colmada de miles de manifestantes que festejaban la caída del régimen del dictador Hosni Mubarak, que llevaba más de 30 años en el poder y que en estos días ha sido beneficiado con reclusión domiciliaria por las autoridades militares que derrocaron al gobierno constitucional.

En ese lugar se encontraba Lara Logan (42), madre de dos niños, periodista sudafricana que se desempeña en la cadena televisiva CBS y que cubría la manifestación que formaba parte de la primavera árabe como se la llamó, con su equipo de producción, para el programa 60 Minutos.

Lara estaba hablando a cámara cuando de pronto su productor le dijo “nos vamos de aquí”. Lara observó que la multitud que la rodeaba aullaba y los gestos no tenían que ver con el festejo del fin de un régimen. El personal que la acompañaba, camarógrafos, productores, asistentes y traductores no pudieron hacer nada para evitar que la mujer fuera separada de su equipo a empujones por una turba de hombres fuera de control.

De pronto, la multitud con la que había realizado notas, incluso firmado autógrafos y fotografiado, cambió de actitud. Eran unos 300 sujetos que la rodearon y le arrancaron la ropa a jirones. Comenzaron manosearla, golpearla y a violarla con las manos, algo que parece ser mucho más común de lo que se puede imaginar. Los hombres actuaron con absoluta crueldad y de alguna manera organizados: el ultraje fue por tandas y mientras unos disfrutaban sádicamente del cuerpo de la periodista, otros que esperaban su turno, se encargaban de fotografiar la dantesca escena.

El horror en primera persona

Tras el bárbaro ataque, la mujer estuvo cuatro días hospitalizada. Una semana antes de la agresión había sido detenida por la policía durante una manifestación frente a la Embajada de Israel en El Cairo. Ella describió ese episodio como horroroso, sin embargo, en esos momentos no podía ni siquiera imaginar, que lo peor estaba por venir .

El ataque a Logan no fue el único, indudablemente fue el más llamativo por ser una reconocida periodista internacional, corresponsal de guerra, integrante de una de las cadenas noticiosas más importantes del mundo. Pero más de un centenar de mujeres han sido violadas en Egipto durante las masivas manifestaciones que se llevan a cabo en la plaza Tarhir. Resulta inimaginable, que hombres que comparten con sus compatriotas femeninas la lucha por un cambio de régimen aprovechen la situación y el anonimato de la muchedumbre para atacarlas salvajemente.

Las mujeres son rodeadas por hombres, quienes las van arrinconando, entre medios de gritos, insultos y golpes y luego, las someten. No importa cómo estén vestidas ni la nacionalidad que tengan.

Horror en la India

Pero en estos días ocurrió lo mismo en la India, cuando una joven reportera gráfica fue violada por cinco sujetos mientras trabajaba en un informe para una revista extranjera en la ciudad de Bombay.

La profesional se encontraba, el jueves pasado al anochecer en un complejo textil abandonado conocido como Shakti Mills, en el sector donde funciona la metrópolis financiera.

La mujer, cuyos datos filiatorios no trascendieron para resguardar su honor, se encontraba con otro periodista cuando fueron sorprendidos por los malvivientes.

Llegaron al lugar alardeando y gritando para atemorizarlos, cosa que por supuesto lograron. En ese momento de gran tensión se abalanzaron sobre el colega de la víctima y tras golpearlo brutalmente lo ataron con una cuerda para que observara inmóvil la manera en la que concluirían su obra. Uno tras otro abusaron de la joven, quien no paraba de llorar. Tras la agresión se fugaron, pero fueron detenidos poco después.

El poco valor de la mujer

La india y particularmente Nueva Delhi el porcentaje de violaciones es alarmante. En India, en los últimos 40 años ha crecido más de un 900% . El caso que puso en el tapete esta situación fue la muerte de una jovencita de 23 años, quien que fue violada salvajemente dentro de un ómnibus por seis de los pasajeros. La chica estaba acompañada por un compañero de universidad, al que previamente golpearon hasta desmayarlo. No les bastó con penetrarla con sus miembros, sino que rubricaron su tarea introduciéndole palos y caños. Finalmente y satisfechos con su demencial acción, arrojaron a los dos estudiantes a la calle. El ómnibus jamás se detuvo.

La chica falleció 13 días después.

Debido a las numerosas marchas organizadas por mujeres pidiendo por su seguridad, el gobierno se comprometió a castigar estos delitos, considerando aplicar la pena de muerte. Sin embargo las cosas no han cambiado sustancialmente.

Los números

En Nueva Delhi, la capital del gigante asiático, es violada una mujer cada 18 horas.

Sólo en esta ciudad en 2012 se reportaron más de 600 violaciones.

Según cifras oficiales del National Crime Records Bureau (NCRB), las chances de una mujer de ser víctima de una violación aumentó al doble en los últimos 20 años, mientras las posibilidades de que sus violadores sean detenidos disminuyó un tercio en el mismo periodo.

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