La última viga del techo fue instalada ayer en la Torre de Shanghai, nuevo ícono de la ciudad, en una ceremonia en que se colocó una bandera en la cúspide del rascacielos, situado en el sector financiero, que será el segundo más alto del mundo después de una torre en Dubai.
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La última viga del techo fue instalada ayer en la Torre de Shanghai, nuevo ícono de la ciudad, en una ceremonia en que se colocó una bandera en la cúspide del rascacielos, situado en el sector financiero, que será el segundo más alto del mundo después de una torre en Dubai.
La Torre de Shanghai, que tiene 121 pisos y 632 metros (2.073 pies) de altura y se construye en el distrito Pudong, es la segunda de mayor altura en el mundo después de Burj Khalifa, en Dubai, que mide 729,8 metros.