Un violento episodio entre dos grupos de personas se registró ayer en la madrugada en las puertas mismas de la comisaría de El Quebrachal, poco después de que cinco personas, que se desplazaban en la camioneta particular del diputado provincial Pedro Sández, esperaran en la puerta de la sede policial a un denunciante, para acallar su reclamo penal en contra de un hijo del legislador.
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Un violento episodio entre dos grupos de personas se registró ayer en la madrugada en las puertas mismas de la comisaría de El Quebrachal, poco después de que cinco personas, que se desplazaban en la camioneta particular del diputado provincial Pedro Sández, esperaran en la puerta de la sede policial a un denunciante, para acallar su reclamo penal en contra de un hijo del legislador.
Los matones utilizaron golpes de puño, armas blancas y, finalmente, un arma de fuego, que fue disparada, según testigos, en quince oportunidades, incluso dentro de la sede policial. El autor de los disparos se fugó por una de las puertas del fondo, sin que el personal de servicio lo impidiera.
En la mañana de ayer, el diputado Pedro Sández se apersonó por la comisaría para interiorizarse de los desmanes que tuvieron como principal protagonista a su hijo, Néstor Rodolfo Palomino.
La historia
Los hechos comenzaron a desencadenarse en un local bailable de la localidad anteña, donde la FM La Mágica conjuntamente con el municipio habían organizado un baile. Allí se habría originado una discusión entre Néstor Rodolfo Palomino y Angel Eduardo Ruiz, que culminó con la agresión de Palomino contra Ruiz en la puerta del local.
Según informó Ruiz a nuestro matutino, Palomino al momento de agredirlo a puñetazos se hallaba con un séquito de cuatro guardaespaldas.
Ante las amenazas, Ruiz se dirigió a la comisaría, donde radicó la denuncia en contra de Palomino. Desde la sede policial, o tal vez algún vecino, le avisaron a Palomino que lo estaban denunciando por agresión.
El violento anteño se dirigió entonces a la puerta de la sede policial en una camioneta propiedad del diputado provincial Sández, a esperar al denunciante para supuestamente escarmentarlo. Cuando Ruiz salió de la comisaría fue atacado por cinco personas, golpeado a trompadas y con un “bate de camionero”, hasta dejarlo inconsciente.
Según testigos que se comunicaron telefónicamente con El Tribuno, el joven no fue ajusticiado por la intervención del personal policial que impidió un crimen.
La Policía no detuvo a los agresores entonces porque otro grupo de vecinos y allegados a Ruiz se presentaron en el lugar y protagonizaron una batahola sin precedentes en las calles de El Quebrachal.
Hubo todo tipo de agresiones, armas blancas, garrotes, armas de fuego, pero todas dirigidas hacia el denunciante Ruiz. Los amigos de éste demoraron al hijo del diputado cuando pretendía huir en la camioneta de su padre.
Allí, finalmente, Palomino fue retenido por agentes de la Policía, según los denunciantes. Los otros agresores, ni lentos ni perezosos, huyeron en la camioneta, dejando a Néstor “Ino” Palomino en las manos de los hombres de azul.
Al verlo solo, los amigos del hombre agredido intentaron linchar al hijo del diputado. Pero en ese momento Palomino extrajo una pistola y disparó quince tiros al aire para amedrentar a la turba que lo esperaba en las puertas de la comisaría de El Quebrachal.
Minutos después, según la versión de los denunciantes, Palomino huyó por la puerta de atrás de la comisaría, sin que fuera detenido ni se le secuestrara el arma utilizada, una pistola 9 mm, cuyo origen se desconoce.
El herido fue asistido en el hospital por la terrible golpiza que le propinaron cuando salía de hacer una denuncia, justamente por agresión.
Del baile, directo a la batahola
Las causas que motivaron la primera agresión de Palomino contra Ruiz no fueron aún esclarecidas.
Para algunos chaqueños, son rencores del tipo político, aunque otros aventuraron que fue por una cuestión de mujeres o bromas pesadas que comenzaron cuando sonaba el conocido tema “La tiene chiquitita”.
Palomino, empleado de Aguas del Norte (según el denunciante), contaría con antecedentes por actuar en banda. “Supone tener cierto tipo de privilegios al momento de ser acusado por sus desmanes”, dijo.
Ayer, según fuentes de El Quebrachal, el propio diputado provincial Pedro Sández llegó hasta la comisaría local a interiorizarse de la situación vivida a partir de las 5 de la mañana, cuando comenzaron los disturbios y la batahola.
Para los damnificados, el diputado fue a relativizar los hechos y a evitar los antecedentes penales de Palomino, su protegido.
Por otra parte, surge de la denuncia realizada por Angel Eduardo Ruiz, el agredido, que durante la batalla campal enfrente de la sede policial, la gente de Palomino habría utilizado más de un arma de fuego, la que esgrimía el principal acusado, una pistola automática 9 mm y otra más. Se trataría de un “bufoso” y viejo revólver de los años cuarenta, que fue disparado en más de seis ocasiones, según la víctima.
Al ser consultados hacia dónde dirigían los agresores los disparos de las armas de fuego, los denunciantes dijeron que hacia el cielo. “Eran para causar pánico o, simplemente, para amenazar para que no denunciáramos” explicaron.