¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
27 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El Obispado prohibió a Grassi dar misa, pero aún le cree

Miércoles, 25 de septiembre de 2013 01:49

Cumple una pena de prisión de 15 años por abusar de un menor. Tiene prohibido dar misa o realizar otras prácticas del sacerdocio. Ayer lo cambiaron del penal semiabierto de Ituzaingó a uno de más seguridad en Campana. En poco tiempo, la vida del cura Julio César Grassi cambió rotundamente luego de que se confirmara su condena por abuso de menores. Sin embargo, el Obispado de Morón aún cree en su inocencia y por eso esperará a que la sentencia quede firme para opinar.

El lunes a la noche, luego de que Grassi quedara preso, surgió gran expectativa sobre la actitud que adoptaría la Iglesia respecto del cura condenado por pedofilia.

Ayer, el Obispado decidió elevar al Vaticano “una investigación e informe de todo el proceso y actuación” de Grassi, quien desde el lunes está en prisión al ser hallado culpable de los delitos de abuso sexual y corrupción de menores contra el joven identificado como “Gabriel”, proceso que se inició en 2002.
Pero en la Iglesia de Morón aún quedan dudas sobre si Grassi es culpable o inocente.

A través de un comunicado, el Obispado, a cargo de monseñor Luis Guillermo Eicchorn, aclaró que “con preocupación hemos seguido los acontecimiento que terminaron con la encarcelación del padre Julio César Grassi. Desde este seguimiento, y contando con el asesoramiento de estudiosos especializados, se desprenden dudas acerca de la culpabilidad del P. Julio Grassi, así como del peligro de fuga, siendo que él residió durante mucho tiempo sin alejarse de la vivienda declarada como su domicilio personal”.

En su nota, el Obispado de Morón indicó que “antes de dar una opinión al respecto (por Grassi), decide esperar a que haya una sentencia firme, para dar inicio a los procesos canónicos correspondientes”.
“Este Obispado, conforme a derecho, le aplicó la medida disciplinaria de la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal, hasta tanto se resuelva definitivamente esta situación. Una investigación e informe de todo el proceso y actuación del Padre Grassi fueron elevados a la Santa Sede”, agregó el comunicado.

Traslado

El lunes, luego de que el Tribunal Oral en lo Criminal de Morón dispusiera que Grassi debía estar preso, el sacerdote fue trasladado al penal número 39 de Ituzaingó, una cárcel con régimen semiabierto.
Sin embargo, ayer las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense informaron al tribunal que el ahora suspendido sacerdote fue trasladado a una cárcel de mayor seguridad, la de Campana, en el norte de la provincia de Buenos Aires. Allí cumple su condena Carlos Carrascosa, sentenciado por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce.

En el primer día del sacerdote en prisión, su hermano, Juan José Grassi, consideró que al extitular de la Fundación Felices los Niños “lo condenaron por una palabra de un chico que ahora disfruta de una vida libre”.
“Están haciendo un show mediático para verlo ensangrentado en la cárcel, todo un circo romano para ver cómo sufre”, advirtió.

Según el criterio de Juan José Grassi, “hay que ser demasiado frío y ajeno a la realidad para creer esto. Nadie comprobó nada, lo condenaron por una palabra, no hay ningún hecho comprobado”.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Cumple una pena de prisión de 15 años por abusar de un menor. Tiene prohibido dar misa o realizar otras prácticas del sacerdocio. Ayer lo cambiaron del penal semiabierto de Ituzaingó a uno de más seguridad en Campana. En poco tiempo, la vida del cura Julio César Grassi cambió rotundamente luego de que se confirmara su condena por abuso de menores. Sin embargo, el Obispado de Morón aún cree en su inocencia y por eso esperará a que la sentencia quede firme para opinar.

El lunes a la noche, luego de que Grassi quedara preso, surgió gran expectativa sobre la actitud que adoptaría la Iglesia respecto del cura condenado por pedofilia.

Ayer, el Obispado decidió elevar al Vaticano “una investigación e informe de todo el proceso y actuación” de Grassi, quien desde el lunes está en prisión al ser hallado culpable de los delitos de abuso sexual y corrupción de menores contra el joven identificado como “Gabriel”, proceso que se inició en 2002.
Pero en la Iglesia de Morón aún quedan dudas sobre si Grassi es culpable o inocente.

A través de un comunicado, el Obispado, a cargo de monseñor Luis Guillermo Eicchorn, aclaró que “con preocupación hemos seguido los acontecimiento que terminaron con la encarcelación del padre Julio César Grassi. Desde este seguimiento, y contando con el asesoramiento de estudiosos especializados, se desprenden dudas acerca de la culpabilidad del P. Julio Grassi, así como del peligro de fuga, siendo que él residió durante mucho tiempo sin alejarse de la vivienda declarada como su domicilio personal”.

En su nota, el Obispado de Morón indicó que “antes de dar una opinión al respecto (por Grassi), decide esperar a que haya una sentencia firme, para dar inicio a los procesos canónicos correspondientes”.
“Este Obispado, conforme a derecho, le aplicó la medida disciplinaria de la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal, hasta tanto se resuelva definitivamente esta situación. Una investigación e informe de todo el proceso y actuación del Padre Grassi fueron elevados a la Santa Sede”, agregó el comunicado.

Traslado

El lunes, luego de que el Tribunal Oral en lo Criminal de Morón dispusiera que Grassi debía estar preso, el sacerdote fue trasladado al penal número 39 de Ituzaingó, una cárcel con régimen semiabierto.
Sin embargo, ayer las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense informaron al tribunal que el ahora suspendido sacerdote fue trasladado a una cárcel de mayor seguridad, la de Campana, en el norte de la provincia de Buenos Aires. Allí cumple su condena Carlos Carrascosa, sentenciado por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce.

En el primer día del sacerdote en prisión, su hermano, Juan José Grassi, consideró que al extitular de la Fundación Felices los Niños “lo condenaron por una palabra de un chico que ahora disfruta de una vida libre”.
“Están haciendo un show mediático para verlo ensangrentado en la cárcel, todo un circo romano para ver cómo sufre”, advirtió.

Según el criterio de Juan José Grassi, “hay que ser demasiado frío y ajeno a la realidad para creer esto. Nadie comprobó nada, lo condenaron por una palabra, no hay ningún hecho comprobado”.

Temas de la nota

PUBLICIDAD